La líder opositora venezolana María Corina Machado ha sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2025, convirtiéndose en la primera venezolana en recibir este prestigioso reconocimiento. El Comité Noruego del Nobel resaltó su incansable labor en la defensa de los derechos democráticos del pueblo venezolano y su lucha por lograr una transición pacífica y justa de la dictadura a la democracia. El anuncio ha provocado conmoción y esperanza tanto dentro como fuera de Venezuela, donde la crisis política, la represión y el sufrimiento social han marcado la historia reciente del país sudamericano.
Machado, de 58 años, es reconocida como la figura clave y unificadora de la oposición venezolana, un movimiento que logró encontrar terreno común en la demanda de elecciones libres y un gobierno representativo. A pesar de la represión del régimen de Nicolás Maduro—que la obligó a permanecer en la clandestinidad tras las elecciones presidenciales de julio de 2024, consideradas ampliamente manipuladas—su discurso siempre ha privilegiado la resistencia civil pacífica y la articulación social sobre la violencia o el enfrentamiento abierto. El Comité Nobel destacó la valentía civil, la resistencia frente a la persecución y el liderazgo inspirador de Machado en tiempos de creciente autoritarismo global, señalando que “la democracia es requisito esencial para una paz duradera”.
El premio, anunciado desde Oslo, subraya la importancia de la voz femenina en los procesos de cambio democrático. María Corina Machado fue una de las más fuertes críticas del chavismo y del madurismo, y fundadora del movimiento político Vente Venezuela. Su activismo se remonta a la creación de la ONG Sümaté, enfocada en la vigilancia de derechos electorales y ciudadanización de la política. El comité resaltó que su lucha “no solo es un ejemplo para Venezuela, sino para el mundo”, poniendo de relieve la resiliencia ciudadana, la capacidad de organización social ante contextos represivos y la centralidad de la participación social en la construcción de justicia y paz.
La noticia ha generado reacciones internacionales inmediatas. Gobiernos y organismos como la Unión Europea han felicitado públicamente a Machado, mientras que buena parte de la sociedad venezolana celebra lo que consideran “un espaldarazo” global a la causa democrática. Por su parte, el gobierno de Estados Unidos tuvo una respuesta crítica, acusando al Comité Noruego del Nobel de anteponer «la política a la paz», mediante un tuit del director de Comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung. Esta reacción se debe a que el presidente Donald Trump esperaba recibir el galardón por sus acciones para poner fin a diversos conflictos en el planeta. Al mismo tiempo, sectores oficialistas han respondido con cautela o silencio, y la propia María Corina Machado dedicó el premio “al pueblo sufriente de Venezuela y a todos los que han creído en nuestra libertad”, afirmando que “no lo merezco, pero sí lo merece Venezuela”.
Con este Nobel, la causa venezolana adquiere renovado impulso y visibilidad internacional. Voces diplomáticas subrayan que el galardón llega en un momento crucial para el futuro político de América Latina, donde el retroceso democrático y la tentación autoritaria amenazan logros civiles fundamentales en varios países. El Comité Nobel enfatizó que la protección de los derechos humanos, la libertad de prensa y la participación social siguen siendo batallas centrales para la paz duradera, en Venezuela y en el resto del mundo.
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