La izquierda francesa da la sorpresa en la segunda vuelta de las elecciones legislativas, superando a la ultraderecha de Marine Le Pen y al partido oficialista de Emmanuel Macron. El Nuevo Frente Popular (NFP), liderado por Jean-Luc Mélenchon, se perfila como la fuerza más votada según los primeros sondeos, obteniendo entre 175 y 215 escaños en la Asamblea Nacional.
Este resultado inesperado marca un giro significativo en el panorama político francés. La Agrupación Nacional de Le Pen, que lideraba las encuestas tras la primera vuelta con un 33.15% de los votos, se ve relegada al tercer lugar, proyectándose entre 130 y 160 escaños. Por su parte, Ensemble, el partido de Macron, se sitúa en segunda posición con una estimación de 150 a 170 diputados.
La alta participación electoral, que alcanzó el 59.71% a las 17 horas, la más elevada desde 1981, ha sido un factor clave en estos comicios. Este nivel de movilización ciudadana refleja la importancia que los franceses han otorgado a estas elecciones legislativas.
Ante estos resultados, Mélenchon ha solicitado a Macron que nombre a un primer ministro de izquierdas, argumentando que su coalición ha superado a Ensemble y ha contribuido a frenar el avance de la ultraderecha. Por su lado, Jordan Bardella, de la Agrupación Nacional, ha acusado a Macron de entregar el país «en brazos de la extrema izquierda».
El nuevo escenario político plantea desafíos significativos para el presidente Macron, quien deberá buscar un candidato a primer ministro que pueda obtener el apoyo de una Asamblea Nacional más polarizada. Con 577 escaños en juego y la mayoría absoluta fijada en 289, la formación de gobierno se perfila como una tarea compleja que requerirá de negociaciones y posibles alianzas.
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