La Unión Europea (UE) dio un paso histórico este martes 25 de junio de 2024 al iniciar oficialmente las negociaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia, marcando un hito significativo en el proceso de ampliación del bloque hacia el este.
En dos conferencias intergubernamentales separadas celebradas en Luxemburgo, la UE presentó los marcos de negociación a las delegaciones de ambos países, encabezadas por la viceprimera ministra ucraniana Olga Stefanishyna y el primer ministro moldavo Dorin Recean.
Este acontecimiento se produce apenas dos años después de que Ucrania y Moldavia solicitaran su ingreso a la UE en febrero de 2022, tras la invasión rusa de Ucrania. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó el momento como «transformador» para ambos países y para la Unión.
«El pueblo de Ucrania y Moldavia ha demostrado su inquebrantable compromiso y determinación de ser parte de este proyecto. Incluso en tiempos de guerra y turbulencia, han iniciado extensas reformas«, declaró von der Leyen.
Sin embargo, las autoridades europeas han advertido que el camino hacia la membresía plena será «riguroso y exigente«. El proceso implica la armonización de las leyes y estándares nacionales con los de la UE en 35 áreas políticas, lo que podría llevar varios años.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, destacó la importancia estratégica de este paso para la UE, señalando que «los esfuerzos de Ucrania son aún más admirables considerando la guerra de agresión de Rusia».
La apertura de negociaciones se produce en un momento crucial, justo antes de que Hungría, país que ha mostrado resistencia al proceso de adhesión de Ucrania, asuma la presidencia rotatoria del Consejo de la UE.
Aunque el inicio de las negociaciones es principalmente simbólico, permite a la Comisión Europea comenzar el proceso de evaluación de la alineación de las leyes nacionales de Ucrania y Moldavia con las de la UE en áreas como energía, servicios financieros y seguridad alimentaria.
Este desarrollo marca un nuevo capítulo en las relaciones entre la UE y sus vecinos del este, reflejando la determinación del bloque de expandirse y fortalecer su influencia geopolítica en la región, a pesar de los desafíos que plantea la guerra en curso en Ucrania.
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