La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió mantener las tasas de interés en el rango de 5.25% a 5.5%, su nivel más alto en más de dos décadas, debido a la falta de progreso significativo en la reducción de la inflación.
En su comunicado, la Fed señaló que aunque la inflación ha disminuido en el último año, sigue siendo elevada y no ha mostrado el avance esperado hacia la meta del 2%. El índice de precios al consumidor se situó en 3.5% anual en marzo, impulsado principalmente por el aumento en los costos de vivienda y seguros.
Jerome Powell, presidente de la Fed, reconoció la incertidumbre en las perspectivas económicas y enfatizó que el banco central debe equilibrar su lucha contra la inflación con la necesidad de evitar una recesión. Asimismo, Powell prácticamente descartó un alza adicional en las tasas, pero subrayó que no se espera una reducción hasta tener mayor confianza en que la inflación avanza de forma sostenible hacia el objetivo.
Analistas estiman que no se prevé un recorte en las tasas antes de septiembre, y algunos economistas sugieren que podrían mantenerse elevadas incluso después de las elecciones de noviembre para evitar percepciones de favoritismo político.
A pesar del complejo entorno económico, la Fed destacó que la actividad sigue creciendo a un ritmo sólido, el empleo continúa fuerte y la tasa de desempleo se mantiene baja. No obstante, los consumidores parecen percibir una desaceleración en el mercado laboral, mientras los precios permanecen altos.
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