La Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos ha confirmado que los Cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) están operando en todo el territorio estadounidense. Estos grupos del narcotráfico mexicanos han logrado expandir su influencia más allá de la frontera sur, convirtiéndose en una amenaza para la seguridad pública en múltiples estados.
Según un informe reciente de la DEA, el Cártel de Sinaloa, liderado por Ismael «El Mayo» Zambada y Ovidio Guzmán, hijo de «El Chapo», tiene presencia en al menos 50 ciudades de Estados Unidos. Por su parte, el CJNG, encabezado por Nemesio «El Mencho» Oseguera, opera en 42 ciudades del país.
Ambos grupos han establecido redes de distribución de drogas, como heroína, metanfetaminas, fentanilo y cocaína, en ciudades como Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Houston y Atlanta. Además, se les atribuye la comisión de actos de violencia, como ajustes de cuentas y asesinatos, para mantener el control de sus operaciones.
La DEA ha intensificado sus esfuerzos para combatir la presencia de estos cárteles en territorio estadounidense, trabajando en colaboración con agencias locales y federales. Sin embargo, expertos señalan que la lucha contra el narcotráfico requiere de una estrategia integral que aborde tanto la oferta como la demanda de drogas.
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