La Corte Internacional de Justicia (CIJ), el máximo tribunal de la ONU, ha instado a Israel a cumplir con las medidas cautelares impuestas para evitar actos de genocidio en la Franja de Gaza, enfocándose específicamente en la situación en Rafah. A pesar de rechazar la solicitud de Sudáfrica de imponer medidas urgentes adicionales para proteger esta área, la CIJ enfatizó la necesidad de una implementación inmediata y efectiva de las órdenes existentes, dictadas el pasado 26 de enero.
La CIJ ha recordado a Israel su obligación de adherirse a la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, subrayando la importancia de evitar la muerte, la destrucción y cualquier acto que pueda ser considerado genocidio en Gaza. Esta declaración surge en un momento crítico, dado que Rafah, anteriormente designada por Israel como zona segura para civiles palestinos, es ahora considerada el último bastión de Hamás en Gaza. Israel ha prometido continuar su ofensiva militar en la zona, lo que ha llevado a que 1.4 millones de palestinos, más de la mitad de la población de Gaza, busquen refugio en Rafah, muchos de ellos desplazados de otras partes de Gaza debido a la guerra.
La situación en Rafah ha sido descrita por el secretario general de la ONU, António Guterres, como un evento que «aumentaría exponencialmente lo que ya es una pesadilla humanitaria con incalculables consecuencias regionales». Este llamado de la CIJ y la comunidad internacional refleja la urgencia de abordar la crisis humanitaria en Gaza y la necesidad de que Israel cumpla con sus obligaciones internacionales para evitar una escalada del conflicto.
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