El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, ha conseguido retrasar temporalmente su extradición a Estados Unidos después de que su equipo legal presentara una apelación de último minuto ante la Corte Suprema del Reino Unido.
La decisión de la corte de aceptar la apelación significa que Assange permanecerá en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en Londres, mientras se resuelve su caso. El activista australiano enfrenta cargos de espionaje en Estados Unidos por la publicación de documentos clasificados en su sitio web, WikiLeaks, que expusieron presuntas irregularidades en las acciones militares y diplomáticas estadounidenses.
Los abogados de Assange argumentan que su cliente actuó en interés público al revelar información crucial y que su extradición y posterior enjuiciamiento en Estados Unidos violarían su derecho a la libertad de expresión. Además, han expresado preocupación por la salud mental y física de Assange, quien lleva varios años recluido en la embajada ecuatoriana en Londres y posteriormente en prisión.
Por su parte, el gobierno estadounidense insiste en que Assange debe enfrentar la justicia por poner en peligro la seguridad nacional y la vida de informantes al publicar documentos confidenciales. Si es declarado culpable, podría enfrentar una sentencia de hasta 175 años de prisión.
La decisión final sobre la extradición de Assange a Estados Unidos se espera en los próximos meses, y su resultado tendrá importantes implicaciones para el periodismo de investigación y la libertad de información a nivel mundial.
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