Israel ha dado un paso significativo hacia un posible alto el fuego en Gaza al enviar una delegación encabezada por el jefe del Mossad, David Barnea, a Qatar para negociar con Hamás. Esta decisión surge tras la recepción de una nueva propuesta del grupo palestino, considerada por funcionarios israelíes como «esencialmente positiva».
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, autorizó el envío del equipo negociador después de mantener una conversación telefónica con el presidente estadounidense, Joe Biden. Sin embargo, Netanyahu reiteró que Israel no detendrá la guerra hasta lograr «todos sus objetivos», que incluyen la destrucción de Hamás y la liberación de los rehenes.
La delegación israelí se reunirá con mediadores cataríes para discutir los detalles de la propuesta de Hamás, que podría incluir la liberación de los 116 rehenes que aún permanecen en Gaza. Esta nueva ronda de negociaciones ha generado expectativas, con Estados Unidos calificándola como un «gran avance» después de semanas de estancamiento.
Mientras tanto, la tensión persiste en la región. Hezbolá, aliado de Hamás en Líbano, lanzó un ataque masivo contra Israel con más de 200 cohetes y una veintena de drones, en respuesta al asesinato de uno de sus comandantes. Este incidente subraya la complejidad de alcanzar una paz duradera en la zona.
A pesar de los esfuerzos diplomáticos, la situación humanitaria en Gaza sigue siendo crítica. Las autoridades gazatíes informan de más de 38.000 muertos desde el inicio de la ofensiva israelí, mientras que organizaciones como Oxfam acusan a Israel de forzar el desplazamiento de palestinos hacia zonas inseguras, violando el derecho internacional.
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