En un nuevo giro en el conflicto entre Israel y Hamas, el gobierno israelí ha confirmado la muerte de Saleh al-Arouri, considerado el segundo al mando del grupo militante palestino, durante los intensos bombardeos en la Franja de Gaza.
Según fuentes oficiales israelíes, al-Arouri fue «eliminado» en un ataque aéreo preciso en el centro de Gaza, donde se cree que se escondía junto con otros líderes de Hamas5. Su muerte representa un duro golpe para la organización, que ha sufrido bajas significativas en sus filas desde el inicio de la ofensiva israelí el pasado 7 de octubre.
El primer ministro Benjamin Netanyahu insiste en que la operación militar continuará hasta lograr una «victoria total» sobre Hamas, que incluye desmantelar sus capacidades terroristas y liberar a los rehenes israelíes secuestrados. Israel afirma haber desarticulado ya la milicia de Hamas en el norte de Gaza y ahora concentra sus ataques en el centro y sur del enclave.
Analistas advierten que aunque la eliminación de líderes clave de Hamas pueda debilitar al grupo a corto plazo, no resolverá el conflicto subyacente. «Eliminar a Hamás es sólo el comienzo del problema, hay que pensar en qué se hace después», señala el diplomático israelí Élie Barnavi. Muchos siguen viendo la creación de un Estado palestino junto a Israel como la única solución viable a largo plazo.
La comunidad internacional observa con preocupación la escalada bélica y la crisis humanitaria en Gaza. Crece la presión sobre Israel para que permita la entrada de ayuda y periodistas al enclave, ahora prácticamente aislado del mundo exterior.
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