Genaro García Luna, ex-secretario de Seguridad Pública de México, enfrenta nuevas acusaciones por parte de la fiscalía federal en Nueva York. Se le acusa de haber ofrecido sobornos de hasta 2 millones de dólares a compañeros de prisión para obtener testimonios falsos que favorecerían su petición de un nuevo juicio. Los fiscales presentaron evidencias de que García Luna intentó manipular el sistema judicial mediante pagos escalonados a reclusos a cambio de declaraciones falsas bajo juramento, con la promesa de libertad condicional como resultado de estas acciones.
La defensa de García Luna había solicitado la anulación del juicio anterior, alegando la existencia de nuevas pruebas que podrían exculparlo. Sin embargo, la fiscalía contrarrestó revelando los intentos de soborno de García Luna, quien ya había sido encontrado culpable de delitos federales de narcotráfico y otros cargos relacionados con su colaboración con cárteles de drogas, incluyendo el de Sinaloa y los Beltrán Leyva.
La situación legal de García Luna se complica con estas nuevas acusaciones, ya que la fiscalía ha pedido a la corte que rechace su petición de anulación del juicio y ha presentado nuevos cargos por su intento de comprar testimonios falsos. La revelación de estos intentos de soborno pone en duda la integridad de su defensa y añade seriedad a las acusaciones de corrupción que pesan sobre él.
García Luna, quien fue detenido en diciembre de 2019 en Dallas, Texas, es uno de los funcionarios mexicanos de más alto rango jamás acusado de vínculos con el narcotráfico. Su condena en febrero de 2023 por cinco cargos criminales subraya la gravedad de las acusaciones y la importancia de este caso en la lucha contra la corrupción y el narcotráfico.
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