En una operación militar llevada a cabo en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, al menos 210 palestinos han perdido la vida y más de 400 han resultado heridos, según informes de Hamás. La operación, que tenía como objetivo rescatar a cuatro rehenes israelíes, ha sido una de las más mortíferas desde el inicio del conflicto.
El Ejército israelí, en colaboración con agentes del Shin Bet y la fuerza de élite Yamam, logró rescatar con vida a Noa Argamani, Almog Meir Jan, Andrey Kozlov y Shlomi Ziv. Estos rehenes habían sido secuestrados por Hamás durante el festival de música Nova el pasado 7 de octubre. Según el comunicado del Ejército israelí, los rehenes se encuentran en buenas condiciones médicas y han sido trasladados al Centro Médico Sheba Tel-HaShomer para realizar más exámenes.
La operación ha dejado un saldo trágico de víctimas, con centenares de muertos, incluidos otros rehenes. Las cifras de víctimas se refieren a las personas que llegaron al hospital Mártires de Al Aqsa en Deir al Balah y al pequeño hospital de maternidad Al Awda en Nuseirat. Entre los fallecidos se encuentran al menos 40 rehenes, según Israel, aunque Hamás eleva la cifra a más de 70.
Desde el inicio de la guerra, Israel y Hamás solo han logrado un acuerdo de tregua de una semana a finales de noviembre, que permitió la liberación de 105 rehenes a cambio de 240 prisioneros palestinos. Actualmente, hay una nueva propuesta de tregua sobre la mesa, anunciada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, la semana pasada.
El Ejército israelí ha defendido la precisión de sus ataques, afirmando que en la escuela de la UNRWA, bombardeada durante la operación, se escondían entre 20 y 30 combatientes de Hamás y la Yihad Islámica. Sin embargo, fuentes palestinas reportan que entre los muertos se encuentran 14 niños. La comunidad internacional ha expresado su preocupación por el alto número de víctimas civiles y ha llamado a ambas partes a buscar una solución pacífica al conflicto.
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