El Instituto Nacional de Migración (INM) de México ha anunciado la apertura de una nueva estación migratoria en el desierto de Chihuahua, a 72 kilómetros al sur de Ciudad Juárez. Esta decisión llega casi un año después del devastador incendio en una estación migratoria en Ciudad Juárez, que resultó en la muerte de 40 migrantes, en su mayoría provenientes de América Central y del Sur. El trágico evento ha generado un intenso escrutinio sobre las condiciones y el trato a los migrantes por parte de las autoridades mexicanas.
La nueva instalación, ubicada en un predio de 20 hectáreas con un edificio principal de 800 metros cuadrados, busca ofrecer un ambiente positivo que promueva el bienestar integral y el desarrollo personal de los migrantes. Este movimiento es parte de un esfuerzo más amplio por reformar el sistema de gestión migratoria del país, en respuesta a las críticas y demandas de mejoras en las condiciones de detención de migrantes.
El incendio de marzo de 2023 no solo dejó una cifra lamentable de muertos y heridos, sino que también expuso prácticas preocupantes dentro de las instalaciones, como la extorsión a migrantes para su liberación. En respuesta a la tragedia, se ha iniciado un proceso legal contra Francisco Garduño, titular del INM, por el presunto delito de ejercicio indebido del servicio público, aunque continuará enfrentando el juicio en libertad.
La apertura de la nueva estación migratoria representa un paso hacia la reestructuración y mejora de las políticas migratorias de México. Sin embargo, queda por ver si estas medidas serán suficientes para abordar las profundas preocupaciones sobre el trato a los migrantes y prevenir futuras tragedias.
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