La crisis humanitaria en Gaza ha alcanzado niveles alarmantes, con una hambruna inminente que afecta a millones de palestinos. Según recientes reportes, más de un tercio de la población permanece sin alimento por días consecutivos, mientras el sistema de salud colapsa debido a la creciente malnutrición, especialmente entre niños y grupos vulnerables. Esta emergencia se origina en casi dos años de conflicto y un bloqueo devastador que frena el ingreso de ayuda y suministros básicos.
Desde octubre de 2023, la infraestructura de Gaza ha sido destruida en un 70%, dejando a comunidades enteras sin acceso a servicios esenciales. El conflicto ha dejado un saldo trágico: miles de muertos y 1.9 millones de desplazados, prácticamente la totalidad de la población. La situación es crítica y requiere atención global urgente.
Expertos en seguridad alimentaria advierten que más de 500,000 habitantes están en la peor fase de inseguridad alimentaria, clasificada como fase 5 o ‘catástrofe,’ caracterizada por desnutrición grave, inanición y muerte. La Organización Mundial de la Salud reporta que 20,000 niños han sido tratados por malnutrición desde abril y lamentablemente, decenas han fallecido.
Los hospitales de Gaza están saturados y la falta de acceso a alimentos y medicinas perdura debido a las restricciones y el peligro en las rutas de suministro. Intentos humanitarios han sido insuficientes, con decenas de palestinos muertos en ataques durante la entrega de ayuda, evidenciando la gravedad del conflicto.
La comunidad internacional expresa su indignación frente a esta crisis humanitaria, exigiendo la apertura inmediata de corredores para asistencia, la suspensión de hostilidades y el respeto a los derechos humanos. La urgencia es máxima: cada día sin respuesta agrava la situación y pone en riesgo la vida de millones.
El llamado global es claro: activar la solidaridad, presionar a las partes en conflicto y garantizar el acceso seguro y continuo de ayuda humanitaria para evitar un desastre mayor. La tragedia en Gaza exige acción inmediata para preservar la vida y la dignidad de sus habitantes.
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