Un pontificado histórico: el primer papa estadounidense y el mensaje de apertura
El Vaticano vivió este jueves una jornada histórica y cargada de emoción. Tras la cuarta votación del cónclave, la esperada fumata blanca emergió de la Capilla Sixtina, anunciando al mundo que los 133 cardenales electores finalmente alcanzaron el consenso necesario. El cardenal Robert Francis Prevost, nacido en Chicago y con una amplia trayectoria pastoral en América Latina, fue elegido como el Papa número 267 de la Iglesia católica y ha tomado el nombre de León XIV.
La elección de Prevost rompe un tabú de siglos en el Vaticano: es el primer papa estadounidense en la historia. Su perfil es singular: de raíces francesas y españolas, y con más de 40 años de servicio en Perú, Prevost es reconocido por su capacidad de diálogo, humildad y profundo conocimiento de la realidad eclesial global. Hasta hoy, se desempeñaba como prefecto del Dicasterio para los Obispos, un puesto clave en la estructura vaticana, y fue obispo de Chiclayo, en el norte de Perú.
La Plaza de San Pedro estalló en júbilo al escuchar la tradicional fórmula en latín: “Annuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam!”. Minutos después, León XIV apareció en el balcón central de la basílica para saludar a miles de fieles y turistas congregados, así como a millones que seguían la transmisión en todo el mundo. En su primer mensaje, el nuevo pontífice hizo un llamado a la unidad, la paz y la esperanza, subrayando la necesidad de una Iglesia cercana a los pobres y abierta a los desafíos contemporáneos.
La elección de León XIV llega en un momento de grandes retos para la Iglesia católica: tensiones internas, demandas de reformas, crisis de credibilidad y la urgencia de responder a los problemas sociales y espirituales de una sociedad globalizada. Su perfil latinoamericano y su experiencia internacional han sido vistos como una apuesta por el diálogo entre culturas y la reconciliación entre posturas progresistas y conservadoras dentro del catolicismo.
El cónclave, que se resolvió en apenas dos días y cuatro votaciones, fue el más numeroso y multicultural de la historia, con cardenales de 70 países. León XIV inicia su pontificado bajo la mirada expectante del mundo, con la misión de guiar a más de 1,400 millones de católicos y renovar la confianza en la Iglesia. Su elección marca un nuevo capítulo para el Vaticano y para la fe católica en el siglo XXI.
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