Las elecciones presidenciales de Estados Unidos han comenzado este martes 5 de noviembre de 2024, marcando un momento crucial en la política norteamericana. Millones de votantes acuden a las urnas para elegir entre la candidata demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump, en una contienda que promete ser una de las más reñidas de la historia reciente.
El proceso electoral se inició a las 06:00 horas locales (04:00 hora de la Ciudad de México) en el estado de Maine, siendo el primero en abrir sus centros de votación debido a su ubicación en la costa Este. A medida que avanza el día, los ojos del mundo están puestos en los siete estados péndulo que podrían definir el resultado final: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin.
Las encuestas más recientes, realizadas por The New York Times y Siena College, muestran un panorama extremadamente ajustado. Harris mantiene una ligera ventaja en Nevada, Carolina del Norte y Wisconsin, mientras que Trump lidera por un margen estrecho en Arizona. En Michigan, Georgia y Pensilvania, considerados estados clave, la competencia es prácticamente un empate técnico, lo que aumenta la incertidumbre sobre el desenlace final.
Es importante destacar que, a diferencia de otros sistemas electorales, el presidente de Estados Unidos no es elegido directamente por el voto popular, sino a través del Colegio Electoral. Este organismo está compuesto por 538 delegados, y el candidato que logre obtener 270 votos electorales se alzará con la victoria. Esta particularidad del sistema estadounidense añade un nivel adicional de complejidad y estrategia a la campaña de ambos candidatos.
La jornada electoral no solo decidirá quién ocupará la Casa Blanca durante los próximos cuatro años, sino que también se renovará la totalidad de la Cámara de Representantes, un tercio del Senado y la gubernatura de 13 estados. Se espera que los resultados definitivos no se conozcan hasta la madrugada del miércoles 6 de noviembre, siendo Pensilvania uno de los estados que podría retrasar más el conteo final debido a sus procedimientos de escrutinio. Mientras tanto, la nación y el mundo entero permanecen en vilo, esperando conocer quién liderará la potencia mundial en los próximos años.
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