El gobierno del presidente Joe Biden anunció ayer una serie de medidas destinadas a fortalecer el control de armas de fuego en el país. Entre las principales acciones se encuentra la verificación de antecedentes de los compradores de armas.
La vicepresidenta Kamala Harris declaró: «Cada año, miles de comerciantes sin licencias venden decenas de miles de armas sin una verificación de antecedentes (de sus clientes), incluyendo los no aptos –abusadores domésticos, criminales violentos y hasta menores de edad. Esta falla en nuestro sistema federal de verificación de historial ha causado dolor y sufrimiento inimaginable».
Sin embargo, estas medidas podrían enfrentar resistencia, ya que actualmente hay más de 430 millones de armas de fuego en manos privadas en Estados Unidos. Un segmento significativo de los propietarios de armas podría percibir estas acciones como una violación a sus libertades.
Paralelamente, un informe reciente del Programa de Prevención de Violencia de la Universidad de California en Davis, titulado «Firearm ownership and support for political violence in the United States», concluyó que los dueños de armas de fuego son más propensos a considerar que la violencia está justificada para alcanzar objetivos políticos específicos.
Estas nuevas medidas buscan abordar lo que muchos consideran una epidemia de violencia armada en el país. Sin embargo, su efectividad dependerá de la capacidad del gobierno para implementarlas y de la receptividad de la población ante estas regulaciones.
Deja una respuesta