fbpx
Enfermedad desconocida en el Congo causa más de 100 muertos, la OMS investiga

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha desplegado un equipo para investigar una enfermedad de origen desconocido que ha causado la muerte de más de 100 personas en la República Democrática del Congo (RDC), específicamente en la provincia de Kwango, situada en el oeste del país y fronteriza con Angola. Los primeros casos fueron detectados el pasado 24 de octubre y desde entonces se han registrado alrededor de 376 afectados, con síntomas que incluyen fiebre, dolor de cabeza, secreción nasal, tos, dificultad para respirar y anemia. La preocupación ha aumentado debido a la rapidez con la que la enfermedad se ha extendido y su alto índice de mortalidad.

La OMS, en colaboración con las autoridades sanitarias congoleñas, ha iniciado una investigación exhaustiva para identificar el agente patógeno y determinar las posibles vías de transmisión. Tarik Jasarevic, portavoz de la OMS, ha declarado que «estamos trabajando para entender la situación y hemos enviado un equipo a la zona para recoger muestras para investigaciones de laboratorio». La urgencia de esta respuesta se debe a la necesidad de contener la propagación de la enfermedad y evitar una epidemia que podría desbordar los ya limitados recursos sanitarios del país.

La situación en la RDC se complica aún más por el brote simultáneo de mpox (viruela símica), que ha afectado a más de 47,000 personas y causado alrededor de mil muertes hasta la fecha. La OMS declaró este brote como una emergencia de salud pública de interés internacional el pasado 14 de agosto de 2024, y lo reafirmó el 22 de noviembre. Esta doble emergencia sanitaria ha puesto a prueba la capacidad de respuesta del sistema sanitario de la RDC, que enfrenta desafíos logísticos y económicos para atender a la población afectada.

A pesar de los esfuerzos, las autoridades sanitarias africanas han señalado que las vacunas contra el mpox, aunque ya están llegando, son insuficientes para contener el brote. La escasez de recursos y la dificultad para distribuir las vacunas en áreas remotas del país complican aún más la situación. Esto ha llevado a la OMS y a las autoridades locales a buscar alternativas como el uso de antivirales y el refuerzo de medidas de prevención y control de infecciones.

La investigación de esta nueva enfermedad desconocida se convierte en una prioridad para la OMS y las autoridades de la RDC, ya que el desconocimiento sobre su origen y propagación puede representar una amenaza para la salud pública a nivel regional y potencialmente global. La comunidad internacional observa con preocupación estos eventos, y se espera que la colaboración entre científicos y expertos de diferentes países ayude a encontrar respuestas rápidas y efectivas para evitar un posible desastre sanitario.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.