La Cámara de Diputados de Argentina aprobó en la madrugada del viernes la controvertida Ley de Bases impulsada por el presidente Javier Milei, tras meses de intensas negociaciones y protestas sociales. La iniciativa, que busca implementar profundas reformas económicas y otorgar facultades extraordinarias al Ejecutivo, fue sancionada con 147 votos a favor, 107 en contra y 2 abstenciones.
La ley, conocida oficialmente como «Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos«, incluye medidas como la declaración de emergencia pública por un año, la habilitación de privatizaciones, una reforma laboral y beneficios fiscales para grandes inversores. El gobierno celebró la aprobación como un «hito histórico y monumental para la historia argentina».
Sin embargo, la versión final de la ley dista mucho del proyecto original de 664 artículos presentado por Milei en diciembre. Debido a la minoría legislativa del oficialismo, el texto perdió más de la mitad de sus artículos y fue dividido en dos partes. Entre los cambios más significativos, se limitó el alcance de las privatizaciones y se acotaron las facultades delegadas al Ejecutivo.
La aprobación de la ley estuvo acompañada de protestas en las calles. Manifestantes se congregaron frente al Congreso, desafiando el protocolo «antipiquetes» impuesto por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Organizaciones sociales y sindicales denuncian que la ley viola derechos laborales y entrega la soberanía nacional a intereses externos.
Críticos de la iniciativa advierten sobre sus posibles consecuencias negativas. El Centro para la Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA-CTA) señaló que algunas medidas, como la eliminación de penalidades por trabajo informal, podrían aumentar la precariedad laboral.
El presidente Milei, por su parte, anunció que con la aprobación de la Ley de Bases se inicia una nueva etapa de su gobierno. «Ahora se viene el cambio del régimen monetario«, declaró, adelantando que buscará implementar la emisión cero de moneda. Además, anticipó la creación de un nuevo ministerio encabezado por el economista Federico Sturzenegger para continuar con las reformas estructurales.
La sanción de la Ley de Bases marca un punto de inflexión en la presidencia de Milei, quien deberá ahora demostrar que las herramientas obtenidas pueden traducirse en mejoras económicas para una población que enfrenta una inflación anual del 280% y más del 50% de pobreza. El desafío del gobierno será implementar las reformas sin profundizar el malestar social en un contexto de creciente tensión política.
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