El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha revelado una compleja asociación entre el poderoso Cártel de Sinaloa y grupos vinculados a la banca clandestina china para lavar dinero del narcotráfico. Tras una investigación de cinco años denominada «Operación Fortune Runner«, las autoridades estadounidenses han acusado a 24 personas, incluyendo a ciudadanos chinos residentes en el área de Los Ángeles.
Según los cargos presentados, el principal acusado es Edgar Joel Martínez Reyes, quien estableció vínculos con narcotraficantes mexicanos del Cártel de Sinaloa para blanquear sus ganancias ilícitas a través de un esquema que involucraba a ciudadanos chinos que buscaban obtener dólares estadounidenses.
El modus operandi consistía en que los socios chinos recibían grandes sumas de dinero en efectivo del Cártel de Sinaloa en México, las convertían a pesos mexicanos y luego transferían los fondos a cuentas bancarias en China. Posteriormente, otros miembros del grupo retiraban cantidades equivalentes en dólares estadounidenses de cuentas en Estados Unidos, completando así el ciclo de lavado de dinero.
Las autoridades lograron incautar cerca de 5 millones de dólares en diversas drogas, incluyendo hongos mágicos, cocaína y éxtasis, además de decomisar propiedades y activos financieros vinculados a esta red criminal transnacional.
Esta investigación destaca la creciente colaboración entre los cárteles mexicanos y grupos delictivos chinos para evadir los controles financieros y blanquear las ganancias del narcotráfico. Las acusaciones presentadas por Estados Unidos evidencian los esfuerzos para desmantelar estas complejas redes de lavado de dinero que operan a nivel global.
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