En un giro inesperado en la carrera por la nominación presidencial del Partido Republicano, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció su retiro de la contienda. Esta decisión, tomada justo antes de las primarias en New Hampshire, pone fin a su aspiración por llegar a la Casa Blanca. DeSantis, quien fue considerado por muchos como un serio contendiente, ha decidido respaldar al expresidente Donald Trump en su búsqueda por la nominación.
La suspensión de la campaña de DeSantis se produce después de una serie de resultados poco favorables en las asambleas partidistas, incluyendo una derrota aplastante en Iowa. Su retiro del escenario político presidencial deja ahora solo a dos candidatos principales en la carrera republicana: Donald Trump y la exembajadora ante la ONU, Nikki Haley.
DeSantis, en su declaración, enfatizó su apoyo a Trump, destacando que «la mayoría de los votantes de las primarias republicanas quieren darle otra oportunidad a Donald Trump». Este respaldo podría tener un impacto significativo en las próximas elecciones, consolidando el apoyo de los seguidores de DeSantis hacia Trump.
A pesar de este revés en su carrera política, DeSantis expresó su disposición a continuar su segundo mandato como gobernador de Florida, un cargo que ha ocupado desde enero de 2019. Su administración en Florida ha sido marcada por políticas conservadoras y ha ganado atención nacional en varias ocasiones.
La carrera por la nominación republicana ahora se centra en Trump y Haley, quienes competirán por el apoyo de la base del partido en las próximas primarias y asambleas partidistas. Con el retiro de DeSantis, la dinámica de la carrera presidencial republicana ha cambiado significativamente, poniendo en primer plano la lucha entre los dos candidatos restantes.
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