La comunidad internacional ha condenado enérgicamente el ataque aéreo israelí en un campo de refugiados en Rafah, al sur de Gaza, que ha dejado al menos 45 personas muertas y docenas más heridas. El ataque ha sido calificado como una «grave violación del derecho internacional humanitario«.
El ejército israelí afirmó que llevó a cabo un ataque aéreo contra un complejo de Hamás en el área, pero la comunidad internacional ha sido contundente en su condena. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, describió el incidente como un «trágico accidente«, pero líderes mundiales como el presidente francés Emmanuel Macron han expresado su «ira» por el incidente y reiterado su llamado a un cese al fuego inmediato.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México condenó el ataque y expresó su «profunda preocupación» por las consecuencias catastróficas que puede tener para la vida de miles de civiles. México ha insistido en que es urgente que los apoyos de la comunidad internacional alcancen a la mayor cantidad de habitantes posibles para evitar la agudización de la tragedia humanitaria.
La Oficina de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) advirtió que una ofensiva israelí en Rafah «devastaría» a 1,4 millones de personas, y que las consecuencias serían «devastadoras» para la población civil. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) informó que el norte de Gaza vive una «hambruna en toda regla«, y que el flagelo se extiende ahora hacia el sur de ese territorio asediado.
La condena internacional es unánime, con muchos países árabes condenando el ataque y pidiendo una intervención internacional inmediata para detener los ataques israelíes en Gaza. El llamado a un cese al fuego inmediato y a la entrada de ayuda humanitaria es cada vez más urgente, mientras la situación en Gaza se vuelve cada vez más crítica.
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