En una cumbre virtual de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) convocada por Honduras el 16 de abril, los líderes regionales condenaron enérgicamente las acciones tomadas contra la sede diplomática mexicana en Quito para apresar al ex vicepresidente Jorge Glas. Venezuela incluso ordenó el cierre de su embajada en Ecuador y dos consulados en respuesta.
Durante la reunión, presidida por la mandataria hondureña Xiomara Castro, se debatieron posibles sanciones contra Ecuador por el asalto a la Embajada de México. Castro calificó la intrusión como «bárbara», al igual que otros líderes al referirse al operativo policial del 5 de abril para detener a Glas.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador abogó por no repetir «un fiasco» como el asalto a la embajada y propuso que México se una a una denuncia ante la Corte Penal Internacional. El mandatario cubano Miguel Díaz-Canel denunció la «intrusión violenta» como un «acto hostil inaceptable que merece el más categórico rechazo».
Algunos presidentes exigieron restablecer el estatus de Glas como asilado y que Ecuador le otorgue un salvoconducto para abandonar el país. El brasileño Luiz Inácio Lula da Silva propuso crear una comisión para revisar la condición de salud de Glas, tema presente en el proyecto de declaración discutido en privado.
Venezuela anunció el cierre de sus representaciones diplomáticas en Quito. La cumbre suspendió su transmisión pública para debatir en privado el proyecto de declaración, aprobado por los cancilleres el 9 de abril, que condena el asalto e impone sanciones a Ecuador.
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