Los dos pesos pesados de la política estadounidense, el presidente Joe Biden y su predecesor Donald Trump, han confirmado sus intenciones de presentarse como candidatos para las elecciones presidenciales de 2024, augurando una contienda sumamente divisiva y polarizante.
Biden, de 80 años, anunció formalmente su campaña de reelección en un video publicado el martes, afirmando que «cada generación tiene un momento en el que se le ha pedido defender la democracia. Este es el momento de esta generación». El mandatario demócrata hizo un llamado a la unidad nacional y prometió ser «un presidente para todos los estadounidenses».
Por su parte, Trump, de 76 años, dio a conocer sus planes de buscar un segundo mandato en la Casa Blanca en noviembre pasado. El exmandatario republicano, conocido por su retórica incendiaria, ha mantenido su negativa a aceptar los resultados de los comicios de 2020 y enfrenta múltiples investigaciones por sus acciones antes y después de la toma del Capitolio el 6 de enero de 2021.
La contienda entre Biden y Trump se perfila como un choque de titanes que podría profundizar aún más las divisiones en un país ya fracturado. Ambos candidatos cuentan con bases de apoyo fervientes pero también enfrentan fuertes críticas de sus opositores.
Mientras Biden intentará proyectarse como un líder experimentado y moderado, Trump seguramente intensificará sus ataques contra el «establishment» de Washington y promoverá su plataforma de «America First».
Las encuestas preliminares muestran un panorama reñido, con Biden ligeramente adelante pero dentro del margen de error estadístico. Sin embargo, aún es demasiado pronto para hacer pronósticos confiables sobre el resultado final.
Lo que sí es seguro es que la campaña de 2024 será una de las más amargas y divisivas en la historia reciente de Estados Unidos, con profundas implicaciones no solo para el país sino para el mundo entero.
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