En una medida sin precedentes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado la suspensión de la deportación de palestinos residentes en el país por un periodo de 18 meses. Esta decisión, tomada el miércoles, responde a la grave situación humanitaria en la Franja de Gaza, que ha sido objeto de intensos bombardeos por parte del Ejército de Israel desde los ataques del 7 de octubre perpetrados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
La ofensiva de Israel en Gaza ha dejado un saldo devastador de más de 28.500 muertos y 68.200 heridos. Además, desde el inicio de los ataques de Hamás, 388 palestinos han perdido la vida en Cisjordania y Jerusalén Este debido a operaciones de las fuerzas de seguridad israelíes y ataques de colonos. En contraste, los ataques de Hamás resultaron en 1.200 muertos y 240 secuestrados en territorio israelí.
El memorando firmado por Biden establece una «salida forzosa diferida» para los palestinos actualmente en Estados Unidos, ofreciéndoles un refugio seguro provisional. Sin embargo, esta protección no se extenderá a aquellos condenados por delitos graves o considerados una amenaza para la seguridad pública. Además, cualquier palestino que decida regresar voluntariamente a los territorios palestinos perderá estas protecciones.
La decisión de Biden llega en un momento crítico para la región, con un aumento significativo de la pobreza en el Estado de Palestina si la guerra continúa. Según estimaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la pobreza podría aumentar en más de un tercio, afectando gravemente al bienestar de la población palestina.Esta medida humanitaria de la administración Biden refleja una preocupación creciente por la situación en Gaza y un esfuerzo por ofrecer alivio a los palestinos afectados por el conflicto. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue buscando soluciones para poner fin a la violencia y avanzar hacia una paz duradera en la región.
Deja una respuesta