Arranca debate en el Senado de EE.UU. por plan fiscal de Trump

Tensión, negociaciones y futuro incierto para la “gran y hermosa ley” de recortes y gasto

El Senado de Estados Unidos inició este lunes el debate sobre el megaproyecto fiscal impulsado por el presidente Donald Trump, una pieza clave de su agenda económica bautizada como “el gran y hermoso proyecto de ley”. El plan, ya aprobado por un solo voto en la Cámara de Representantes, enfrenta ahora una ardua negociación en la cámara alta, donde los republicanos tienen una mayoría ajustada y persisten divisiones internas.

El proyecto busca extender y ampliar los recortes de impuestos del primer mandato de Trump, incluyendo exenciones para propinas, horas extras y compras de automóviles fabricados en el país. Además, propone deducciones fiscales locales, nuevas rebajas para familias y empresas, y un impulso a la exploración energética nacional. Sin embargo, la Oficina de Presupuesto del Congreso estima que la ley sumaría más de 3 billones de dólares a la deuda nacional en la próxima década, un punto de fuerte crítica tanto de demócratas como de republicanos conservadores.

El plan también incluye un incremento sustancial en el gasto para política migratoria y seguridad fronteriza, con fondos para deportaciones masivas, centros de detención y la construcción de nuevas barreras en la frontera con México. Para compensar el gasto, el proyecto prevé recortes por más de un billón de dólares a programas sociales como Medicaid y Medicare, así como restricciones a la asistencia alimentaria, lo que ha generado rechazo entre legisladores moderados y defensores de la seguridad social.

La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, advirtió que “quien vote en contra estará votando a favor de un aumento de impuestos de más de 4 billones de dólares para el pueblo estadounidense”, mientras que el senador Rand Paul y otros republicanos rebeldes han dejado claro que no apoyarán el plan si no se recorta aún más el gasto público y el déficit. Por su parte, los demócratas han calificado la iniciativa como una “limosna multimillonaria” para los ricos a costa de las familias trabajadoras y han prometido combatirla con todas sus fuerzas.

El objetivo de la Casa Blanca es que el Senado apruebe la ley antes del 4 de julio, Día de la Independencia, pero el camino está plagado de obstáculos. El líder republicano John Thune cuenta con apenas tres votos de ventaja y deberá negociar cambios en temas clave como los créditos fiscales, la cobertura médica y el calendario de las reformas.

El debate promete ser maratónico y decisivo para el rumbo económico de Estados Unidos. El país observa con atención si el Senado dará luz verde a la mayor reforma fiscal en años, o si el ambicioso plan de Trump se quedará en el camino por falta de consenso incluso dentro de su propio partido.

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