La creciente presencia de vehículos chinos en el mercado estadounidense ha encendido las alarmas en la industria automotriz local. Senadores demócratas y republicanos han solicitado al gobierno de Joe Biden bloquear las importaciones de automóviles fabricados en China, argumentando preocupaciones sobre seguridad nacional y posibles riesgos de espionaje.
En una carta dirigida a la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, y a la representante comercial Katherine Tai, los legisladores expresaron su temor ante la posibilidad de que los vehículos chinos puedan ser utilizados para recopilar datos de ubicación de conductores estadounidenses y transmitirlos a China. Además, advirtieron sobre el potencial de estos automóviles para ser empleados como armas autónomas en caso de un conflicto futuro.
La solicitud de los senadores se produce en un contexto de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, así como de crecientes preocupaciones sobre la seguridad nacional en relación con la tecnología china. Los legisladores instaron al gobierno a utilizar sus facultades bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional para prohibir la importación de vehículos fabricados por empresas chinas.
Esta medida podría tener un impacto significativo en el mercado automotriz estadounidense, dado el rápido crecimiento de las exportaciones de vehículos chinos en los últimos años. Sin embargo, también podría generar críticas por parte de quienes consideran que se trata de una medida proteccionista y que podría afectar la competencia en el sector.
El gobierno de Biden aún no ha respondido oficialmente a la solicitud de los senadores, pero se espera que el tema genere un intenso debate en los próximos meses, tanto en el ámbito político como en la industria automotriz.
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