Chile vivió ayer uno de los peores apagones de su historia reciente, cuando un fallo en una línea de transmisión dejó sin electricidad al 95% del territorio nacional desde las 15:16 horas. El masivo corte eléctrico, que se extendió por más de ocho horas, afectó desde la norteña región de Arica hasta la sureña Los Lagos, cubriendo una extensión de 2.400 kilómetros y dejando a oscuras a unos 19 millones de habitantes.
La causa del apagón fue identificada como una desconexión en una línea de 500 kV entre Vallenar y Coquimbo, propiedad de la empresa ISA Interchile. Según el Coordinador Eléctrico Nacional, «hubo un mal funcionamiento en los sistemas de protecciones de la línea, lo que causó la salida intempestiva de esta línea, que transportaba el equivalente a un cuarto de la demanda de la zona centro sur».
Ante la magnitud de la emergencia, el gobierno de Gabriel Boric decretó estado de excepción por catástrofe y estableció un toque de queda desde las 22:00 hasta las 06:00 horas. La ministra del Interior, Carolina Tohá, explicó que estas medidas buscaban «resguardar el orden público y garantizar que nadie abuse de esta situación». Aproximadamente 3.000 militares fueron desplegados para mantener la seguridad en las calles.
El caos se apoderó de las principales ciudades del país, especialmente en Santiago, donde el metro quedó completamente paralizado y miles de personas tuvieron que caminar durante horas bajo temperaturas de 30 grados para regresar a sus hogares. Los semáforos dejaron de funcionar, los comercios cerraron y los servicios bancarios se interrumpieron.
El apagón también obligó a cancelar las presentaciones programadas en el Festival Internacional de Viña del Mar, donde debían actuar los colombianos Morat y Sebastián Yatra. La organización anunció que los shows serían reprogramados para el 1 de marzo de 2025.
Durante la noche, el presidente Boric informó que de los 8 millones de hogares afectados, unos 4 millones habían recuperado paulatinamente el servicio eléctrico, aunque de manera inestable. «Lo ocurrido hoy nos indigna, porque no es tolerable que por responsabilidad de una o varias empresas se afecte la vida cotidiana de millones de chilenos», declaró el mandatario, prometiendo que los responsables de la emergencia responderían ante la institucionalidad.
Este ha sido el peor apagón registrado en Chile desde el ocurrido tras el terremoto de 2010, evidenciando la fragilidad del sistema eléctrico del país, que está prácticamente privatizado.
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