25 países suspenden envío de paquetes a EE.UU. por aranceles de Trump

Una crisis comercial de alcance inédito se desencadenó este martes cuando 25 países suspendieron de manera temporal todos los envíos de paquetes y compras internacionales por vía postal a Estados Unidos, en respuesta directa a la incertidumbre generada por los nuevos aranceles impuestos por el presidente Donald Trump. La medida fue oficializada por la agencia postal de la ONU, luego de que operadores como La Poste de Francia, Deutsche Post de Alemania, Australia Post, India Post y Royal Mail de Reino Unido notificaran el cese de servicios, citando falta de claridad en los procesos aduaneros y en la aplicación de tarifas que oscilan entre 10% y 50% para distintos países.

Esta suspensión afecta todo tipo de envíos postales y compras electrónicas, desde pequeños paquetes personales hasta mercancía de e-commerce y regalos familiares. El detonante fue la eliminación de exenciones clave (de minimis) que permitían ingresar bienes sin aranceles y la implementación súbita de aranceles fijos a mercancía valuada entre 100 y 800 dólares, así como cargos extra por retrasos y almacenamiento, mientras el gobierno estadounidense ajusta sus controles aduaneros.

Impacto económico, logístico y diplomático global

El efecto es transversal: millones de consumidores y comercios internacionales han visto interrumpidas sus cadenas de suministro y servicios de paquetería, provocando retornos de paquetes, pérdidas millonarias y un colapso en los sistemas logísticos del comercio electrónico mundial. Expertos advierten que la interrupción de envíos internacionales complica la operación de empresas exportadoras en Europa, Asia, Latinoamérica y Oceanía, mientras el mercado de ventas online enfrenta cancelaciones masivas y reclamos de reembolsos.

Las medidas de Trump forman parte de la nueva edición de la “guerra arancelaria”, que busca reducir el déficit comercial estadounidense y favorecer la industria local mediante aranceles que alcanzan hasta el 145% en el caso de China y ya han provocado represalias, ajustes de precios y cambios en rutas comerciales globales.

La Unión Postal Universal (UPU), encargada de coordinar el tráfico postal internacional, alertó sobre la urgencia de aclarar a la brevedad los nuevos requisitos tarifarios y aduaneros, pues la suspensión podría ampliarse si no se resuelve la incertidumbre regulatoria antes del 29 de agosto. Las consecuencias alcanzan incluso a relaciones diplomáticas y acuerdos multilaterales, pues la decisión afecta la integración comercial, la cooperación económica y el acceso de millones de familias a productos básicos y servicios internacionales.

Los consumidores estadounidenses y extranjeros enfrentan demoras, alzas de precios y pérdida de confianza en el comercio postal, mientras los países suspendidos evalúan medidas alternativas, rutas de envío por terceros mercados y acciones legales en instancias internacionales. El problema pone de relieve el poder de las políticas comerciales de Estados Unidos para modificar el equilibrio global de suministro y consumo.

El caso de los 25 países ilustra cómo la volatilidad arancelaria desencadena una reacción en cadena que paraliza sectores enteros de la economía internacional, visibilizando los límites y riesgos de una política proteccionista descoordinada en el contexto de la globalización contemporánea.

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