En un reciente y relevante desarrollo judicial, la reconocida cantante Sasha Sokol ha alzado la voz para denunciar el sistemático incumplimiento por parte del productor Luis de Llano de la sentencia dictada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por daño moral. Este suceso, que se ha vuelto a poner en el foco de la atención pública , resalta la persistente lucha de la artista por la justicia y el resarcimiento, tras una relación abusiva ocurrida cuando ella era menor de edad. La omisión de De Llano de acatar el fallo judicial ha generado una nueva ola de debate sobre la responsabilidad de los agresores y la efectividad de las resoluciones judiciales en casos de esta índole, consolidando el caso de Sokol como un precedente crucial para otras víctimas en México.
La sentencia, emitida inicialmente en 2023 y ratificada de forma unánime el 25 de junio de 2025 por la SCJN, dictaminó diversas obligaciones para Luis de Llano. Estas incluyen la exigencia de una disculpa pública, el pago de una indemnización económica, la realización de un curso de sensibilización sobre abuso sexual y la prohibición expresa de emitir comentarios sobre Sasha Sokol en cualquier medio. Sin embargo, y a pesar de la firmeza del fallo de la máxima instancia judicial del país, la cantante confirmó en un encuentro con la prensa que el productor no ha cumplido con ninguna de estas disposiciones.
Sokol detalló que el caso ha transitado de la Suprema Corte al juzgado correspondiente, donde se ejecutará la condena. Esta situación subraya una preocupación creciente: que, incluso con sentencias firmes, las víctimas enfrentan obstáculos en la materialización de la justicia. La artista enfatizó que el fallo representa un hito legal significativo, ya que reconoce el derecho de las víctimas de delitos sexuales a reclamar una indemnización sin límite de tiempo, eliminando barreras históricas en el acceso a la justicia.
La cantante también abordó las recurrentes justificaciones de la relación, que a menudo se escudan en la narrativa de que “eran otros tiempos”. Sasha Sokol rechazó categóricamente esta postura, argumentando que la impropiedad de la relación, donde ella tenía 14 años y De Llano 39, siempre fue evidente y generó cuestionamientos, incluso en su momento. La validación judicial de su experiencia es un paso fundamental para desmantelar estas justificaciones y reafirmar que el abuso de poder y la violencia sexual nunca son aceptables, independientemente del contexto temporal.
Sasha Sokol aprovechó la oportunidad para agradecer el apoyo incondicional de sus compañeros de Timbiriche y de figuras como Itatí Cantoral, quien ha elogiado públicamente su valentía, y Kiko Campos, quien tuvo el coraje de disculparse por haber normalizado la situación. Este respaldo demuestra la importancia de la solidaridad en la reconstrucción de la vida de las víctimas y en la confrontación de estructuras de silencio. Su persistencia no solo busca su propia reparación, sino que también sienta un valioso precedente legal que facilita el camino para otras personas que han sufrido experiencias similares.
Este caso no solo resalta la impunidad que muchas veces acompaña a los agresores, sino que también pone de manifiesto la resiliencia de las víctimas que buscan cerrar ciclos y encontrar justicia. La lucha de Sasha Sokol va más allá de un litigio personal; se ha convertido en un símbolo de la exigencia de respeto, la búsqueda de la verdad y la protección de los derechos de los menores. La sociedad y las instituciones tienen la responsabilidad de asegurar que las sentencias se cumplan y que la dignidad de las víctimas sea restaurada plenamente.
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