La reconocida conductora de televisión Yolanda Andrade ha sido hospitalizada de emergencia en los últimos días de diciembre de 2025, tras sufrir una alarmante recaída en su estado de salud. Esta situación, ampliamente reportada por el periodista Gustavo Adolfo Infante y confirmada por la propia hermana de la conductora, Marilé, ha encendido las alarmas en el medio artístico. Desde hace casi dos años, Andrade ha enfrentado un complejo panorama médico debido a dos enfermedades degenerativas e incurables, lo que ha provocado intermitentes ausencias de la vida pública y de su programa «Montse & Joe», manteniendo en vilo a sus seguidores.
Según diversos reportes, Yolanda Andrade, de 53 años, padece dos enfermedades degenerativas que la han mantenido alejada de los reflectores. En octubre de 2025, reapareció en «Montse & Joe» tras una ausencia de medio año, confesando sentir fatiga absoluta y la difícil realidad de vivir con sus diagnósticos y depresión. Se sabe que las enfermedades degenerativas son trastornos crónicos que causan deterioro progresivo e irreversible de células u órganos. Además, en 2023 fue diagnosticada con un aneurisma cerebral que le dejó secuelas como la fotofobia, obligándola a usar un parche en el ojo.
La noticia de su reciente hospitalización se confirmó el 15 de diciembre de 2025. Gustavo Adolfo Infante informó en «De Primera Mano» sobre la recaída de Yolanda Andrade, indicando que llevaba varios días internada. Horas después, su hermana Marilé confirmó que la conductora se recuperaba favorablemente, desmintiendo rumores alarmantes. Colegas como Jorge Carbajal han hecho un llamado a las oraciones y buena vibra para Andrade, mencionando que su cuerpo está «muy maltratado» por los tratamientos a los que se ha sometido.
A pesar de la complejidad de sus padecimientos, que incluyen la esclerosis múltiple según diversas fuentes, Yolanda Andrade ha demostrado una actitud resiliente y optimista. En declaraciones anteriores, ha compartido una perspectiva valiente ante su pronóstico, afirmando no temer a la muerte y haber vivido plenamente, lo que refleja su profunda fortaleza interior frente a la adversidad. Este espíritu inquebrantable ha caracterizado su batalla contra la enfermedad, convirtiéndola en un símbolo de entereza. La solidaridad y el cariño recibidos de amigos, colegas y el público son un pilar fundamental en este difícil momento.
La reciente hospitalización de Yolanda Andrade es un crudo recordatorio de los desafíos que enfrentan quienes viven con enfermedades degenerativas. Su trayectoria, marcada por el éxito profesional y una lucha personal que ha compartido con valentía, continúa inspirando a sus seguidores. Todos aguardan ansiosamente noticias sobre su evolución y esperan ver a la carismática conductora recuperada y de vuelta en la pantalla, mostrando una vez más su espíritu indomable y su inconfundible presencia en el mundo del espectáculo. La pronta recuperación de Yolanda Andrade es la esperanza colectiva.
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