Un escándalo legal sin precedentes ha sacudido el glamuroso universo de los concursos de belleza. El 3 de diciembre de 2025, se reveló que Nawat Itsaragrisil, influyente presidente de Miss Grand International y director nacional de Miss Universo en Tailandia, ha presentado una demanda penal por difamación contra Fátima Bosch, la actual Miss Universo México 2025. Esta drástica acción judicial surge directamente de una acalorada discusión que ambos protagonizaron el 4 de noviembre en Tailandia, durante un evento preliminar del certamen. La controversia, rápidamente viralizada, ha puesto en el ojo del huracán la integridad y las prácticas de los certámenes, generando un debate crucial sobre el respeto y las acusaciones de agresión verbal en la industria de la belleza.
El origen del conflicto se remonta a una reunión oficial en Tailandia, donde Itsaragrisil habría cuestionado a Fátima Bosch por su gestión de contenido y el seguimiento de instrucciones. La situación se tensó cuando, según la versión de Bosch, Nawat la habría insultado llamándola «tonta» y tratándola con irrespeto, lo que la llevó a abandonar el evento. Sin embargo, Nawat ha negado categóricamente este extremo, afirmando que la palabra utilizada fue «daño» y no «tonta«, y que cuenta con grabaciones que respaldan su versión. El empresario tailandés insiste en que Bosch hizo una falsa acusación pública de manera precipitada.
La demanda penal de Itsaragrisil fue formalizada el 12 de noviembre en Bangkok. Los documentos compartidos por Miss Universo Tailandia detallan que la presunta difamación de Fátima Bosch buscaba «destruir la reputación e incitar al odio hacia Nawat», imputándole delitos de «injuria, insulto u odio«. En un giro anterior a esta demanda, la propia organización de Miss Universo, a través de su presidente Raúl Rocha Cantú, había manifestado su intención de demandar a Nawat Itsaragrisil por discriminación hacia la representante mexicana, calificando el incidente de «inaceptable» y reiterando su compromiso con la seguridad y el respeto de las delegadas.
A pesar de las acciones legales, Nawat Itsaragrisil emitió una disculpa pública por si alguien se sintió afectado, asegurando que ya había pedido perdón a las aproximadamente 75 concursantes presentes. No obstante, el director ha lanzado una advertencia: se reserva el derecho de emprender nuevas acciones legales si persisten los actos difamatorios. También instó a los medios de comunicación a ser cautos al informar, advirtiendo que la amplificación de acusaciones falsas podría convertirlos en cómplices de difamación.
Fátima Bosch, por su parte, ha mantenido una postura de fortaleza, reconociendo haber recibido mensajes de odio y violencia, pero reafirmando su compromiso de defender a las mujeres. La reina de belleza mexicana ha agradecido el respaldo y la confianza de sus seguidores. Esta compleja disputa trasciende el ámbito personal, exponiendo las tensiones subyacentes y las presiones que definen el mundo de los concursos de belleza. La resolución de esta controversia jurídica en Tailandia sentará un precedente significativo sobre la ética y la responsabilidad en declaraciones públicas, crucial para la industria de la belleza. La expectativa es que se logre claridad y justicia, promoviendo una comunicación respetuosa y veraz en escenarios tan mediáticos como Miss Universo.
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