La cultura mexicana ha brillado con intensidad en el escenario internacional este viernes 24 de octubre de 2025, con la entrega de los prestigiosos Premios Princesa de Asturias. En una emotiva ceremonia celebrada en el Teatro Campoamor de Oviedo, la aclamada fotógrafa Graciela Iturbide y el emblemático Museo Nacional de Antropología (MNA) fueron galardonados, recibiendo el reconocimiento por sus excepcionales contribuciones al arte y la concordia, respectivamente. Este doble honor subraya la riqueza y el impacto global del patrimonio cultural de México, posicionando a sus exponentes en la cima de la excelencia artística y humanística.
La distinción a Graciela Iturbide, en la categoría de Artes, celebra más de medio siglo de una trayectoria fotográfica que ha capturado con sensibilidad, fuerza y una profunda humanidad la esencia del país. Iturbide, al recibir el galardón de manos del rey Felipe VI, destacó que su obra es un espejo de México, con una parte significativa dedicada a retratar el mundo indígena, un reflejo de lo que ella misma observa en su nación. En su discurso, recordó a su maestro, Manuel Álvarez Bravo, y el legado duradero del exilio español en México, elementos cruciales que han moldeado su visión artística única. Su mirada innovadora y su extraordinaria profundidad artística la han consolidado como una figura indispensable en la fotografía mundial.
Por su parte, el Museo Nacional de Antropología (MNA) fue reconocido con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia, un galardón que honra su labor fundamental en la defensa y preservación del patrimonio antropológico y cultural de la humanidad. Inaugurado el 17 de septiembre de 1964 en el corazón del Bosque de Chapultepec, el MNA se ha mantenido consistentemente entre los recintos culturales más visitados y reconocidos a nivel global. Alberga en sus colecciones cerca de 148,000 piezas arqueológicas y etnográficas, distribuidas en quince salas que narran la vasta herencia indígena de México, tanto pasada como presente. El recinto es un espacio que establece un diálogo vital entre las culturas ancestrales y la nación multicultural moderna, consolidándose como un referente global en el estudio de la humanidad.
La ceremonia, presidida por los reyes de España, Felipe VI y Letizia, junto a la princesa Leonor y la infanta Sofía, fue un llamado a la educación y el respeto en la sociedad actual, en un contexto de conflictos globales. La princesa Leonor fue la encargada de imponer las insignias a los galardonados, en una edición que también reconoció a otras figuras destacadas como la tenista Serena Williams y el estadista Mario Draghi. El director del MNA, Antonio Saborit García-Peña, recibió la distinción en representación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), reafirmando el compromiso del museo con la divulgación, la investigación y la preservación del patrimonio cultural.
Estos reconocimientos no solo celebran las trayectorias individuales y la labor institucional de Iturbide y el MNA, sino que también realzan la relevancia cultural de México en el ámbito global. La capacidad de Graciela Iturbide para plasmar el alma de un pueblo y la dedicación del MNA a salvaguardar la memoria histórica de una nación son testimonios del poder transformador del arte y la cultura. Ambos galardones sirven como un recordatorio poderoso de la importancia de preservar y difundir las raíces culturales, así como de fomentar el diálogo y la comprensión entre las diversas sociedades del mundo.
El impacto de estos premios trasciende el mero reconocimiento; son una invitación a seguir explorando y valorando las profundidades de la identidad mexicana. Con su obra y su misión, tanto Graciela Iturbide como el MNA contribuyen a un entendimiento más profundo de la humanidad, enriqueciendo el panorama cultural y promoviendo una visión de concordia en tiempos desafiantes. La entrega de estos galardones en Oviedo es, sin duda, un hito que celebra la excelencia y el espíritu inquebrantable de la creatividad y el patrimonio cultural.





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