El príncipe Harry y su esposa Meghan Markle han perdido el derecho a recibir protección sistemática financiada con fondos públicos cuando visiten el Reino Unido. Esta decisión se tomó después de que en 2020 renunciaran a sus funciones públicas dentro de la familia real británica e instalaran su residencia en California, Estados Unidos.
Aunque Harry cuestionó la decisión y buscó apelarla, un fallo del Tribunal Superior de Londres en febrero de 2024 dictaminó que la negativa de otorgarles protección policial permanente no era «irracional». El príncipe argumentó que sus hijos «no pueden sentirse en casa» en el Reino Unido si no hay forma de mantenerlos seguros allí.
En un nuevo revés judicial este lunes, se le negó a Harry su «solicitud inicial para apelar» el fallo anterior. Aunque podría solicitar directamente al Tribunal de Apelaciones que le permita presentar un recurso. El magistrado también condenó al príncipe a pagar el 90% de los gastos judiciales del Ministerio del Interior en este caso.
La cuestión de seguridad es muy sensible para Harry, quien culpa a la prensa de la muerte de su madre, la princesa Diana, en 1997. 1 Al ya no tener propiedades en el Reino Unido, los duques tendrían que optar por protección privada y costosa durante sus visitas.
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