El juicio por violación en tercer grado contra el exproductor de cine Harvey Weinstein fue declarado nulo este jueves en Nueva York, en una decisión judicial que conmocionó tanto a los medios como a la opinión pública internacional. El juez Curtis Farber del Tribunal Supremo del estado de Nueva York dictaminó la nulidad tras recibir la denuncia formal del presidente del jurado, quien alegó amenazas e intimidaciones físicas por parte de otro miembro del panel durante las deliberaciones. Este episodio marca un nuevo capítulo turbulento en la larga saga legal de Weinstein, figura central del movimiento #MeToo, y pone de manifiesto las tensiones extremas que pueden surgir en juicios de alto perfil. El caso no solo impacta a las víctimas y al acusado, sino que también cuestiona la robustez del sistema judicial estadounidense frente a situaciones de presión extrema entre jurados.
El acontecimiento cobra relevancia global porque Weinstein ha sido un símbolo del abuso de poder en la industria del entretenimiento, y su proceso judicial ha estado bajo el escrutinio constante de la prensa y la sociedad civil. La nulidad del juicio se produjo justo un día después de que el mismo jurado hallara a Weinstein culpable de un delito sexual contra Miriam Haley, asistente de producción, en un caso de 2006, por el que podría enfrentar hasta 25 años de prisión. Además, el panel absolvió al exproductor de una acusación de acto sexual delictivo presentada por Kaja Sokola, mientras que el cargo de violación en tercer grado relacionado con la actriz Jessica Mann quedó sin resolución debido a la declaración de nulidad. Esta situación pone en evidencia la complejidad de los juicios por delitos sexuales y la importancia de garantizar un proceso justo y equilibrado, donde el debate legal no sea empañado por amenazas o presiones indebidas.
El presidente del jurado informó al juez que había recibido amenazas físicas y gritos de otro integrante del panel, clima que le llevó a negarse a continuar con las deliberaciones. Según relató a la corte, “tengo miedo ahí dentro, no puedo estar ahí”, una declaración que precipitó la decisión del juez Farber de declarar nulo el juicio para ese cargo específico.
Las tensiones en la sala del jurado comenzaron a hacerse públicas desde el viernes anterior, cuando un miembro solicitó ser excusado alegando trato injusto hacia otro. El lunes, el presidente del jurado ya había advertido al juez que algunos panelistas estaban presionando para cambiar opiniones, incluso mencionando información ajena a los cargos. El ambiente se agravó hasta que el presidente denunció amenazas explícitas, como la frase “nos veremos afuera”, dicha por un miembro del jurado en su contra. El presidente fue firme al indicar que no estaba dispuesto a regresar a las deliberaciones, lo que dejó al resto del panel “extremadamente decepcionados”, según admitió el propio juez, quien reconoció que, para algunos, la situación no había llegado al nivel de amenaza.
La nulidad del juicio no afecta el veredicto previo del mismo jurado, que declaró culpable a Weinstein de agresión sexual contra Miriam Haley en 2006 y lo absolvió de la acusación presentada por Kaja Sokola. El cargo de violación en tercer grado, referido a Jessica Mann, quedó sin resolución. La fiscalía de Manhattan ya ha anunciado que volverá a presentar los cargos, por lo que el proceso legal está lejos de terminar. El juicio, además, ha sido objeto de atención mediática ininterrumpida, ya que se trata de una repetición de un proceso anterior que también fue anulado en 2020 por un error de procedimiento, pero que en aquel entonces ya había resultado en una condena por agresión sexual contra Mann y Haley.
Las delibe
Deja una respuesta