El plan energético propuesto por Claudia Sheinbaum Pardo, candidata presidencial, ha sido destacado por su enfoque social y justo. Según expertos, este proyecto busca no solo el rescate de empresas estatales como Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), sino también garantizar que el acceso a la energía sea considerado un derecho humano. Este enfoque se alinea con la visión del actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador, enfocándose en el fortalecimiento de Pemex y CFE, así como en la estabilidad de las tarifas energéticas.
Alonso Romero, especialista en temas energéticos, ha señalado que la propuesta de Sheinbaum Pardo tiene como objetivo transformar el sector energético en un impulsor de la calidad de vida y del desarrollo económico del país. Esto representa una clara oposición a modelos anteriores que priorizaban las ganancias privadas sobre el bienestar público. La propuesta incluye el «paquete social de la energía», que establece el acceso a la electricidad como un derecho humano, un concepto que, aunque reconocido por la Organización de Naciones Unidas, es innovador en el contexto mexicano.
La candidata ha presentado su plan en el documento «100 pasos para la transformación», donde se detalla cómo su gobierno buscaría acelerar la transición energética sin comprometer el suministro de energía. Este enfoque busca equilibrar la necesidad de crecimiento económico en ciertos sectores con la transición hacia fuentes de energía más sostenibles y accesibles para todos.
Este plan energético, por tanto, no solo busca continuar con la política energética actual del gobierno sino que también introduce elementos innovadores que podrían transformar significativamente el acceso y la gestión de la energía en México, poniendo a las personas y su bienestar en el centro de la estrategia.
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