El Chelsea rompió todos los pronósticos y se consagró campeón del primer Mundial de Clubes con 32 equipos, tras vencer 3-0 al Paris Saint-Germain en una final que quedará para la historia. El héroe de la tarde fue Cole Palmer, quien firmó un doblete con dos zurdazos al ángulo y asistió a João Pedro para el tercer gol, dejando sin respuesta a un PSG que llegaba como favorito.
Desde el inicio, los Blues salieron con un fútbol agresivo y compacto, sorprendiendo a un PSG que venía de aplastar 4-0 al Real Madrid y buscaba cerrar la temporada con un póker de títulos. Palmer abrió el marcador al minuto 22 y repitió la dosis al 30, ambas con definiciones quirúrgicas desde el borde del área. Antes del descanso, filtró un pase preciso para que João Pedro picara el balón ante Donnarumma y sentenciara el 3-0.
El PSG, dirigido por Luis Enrique, nunca encontró respuestas ante el despliegue táctico del Chelsea. Los parisinos, que contaban con figuras como Ousmane Dembélé y Achraf Hakimi, pagaron caro su deslucido arranque y terminaron el partido con 10 hombres tras la expulsión de João Neves por una falta sobre Marc Cucurella a los 85 minutos.
La clave del Chelsea estuvo en el mediocampo, donde Reece James y Moisés Caicedo le dieron equilibrio al equipo, permitiendo que Enzo Fernández y Palmer se sumaran al ataque con libertad. El arquero Robert Sánchez también fue figura, evitando el descuento del PSG con una atajada clave a Dembélé.
Con este triunfo, Chelsea cierra una temporada de ensueño: tras quedar cuarto en la Premier League y ganar la Conference League, ahora suma el trofeo más importante de su historia reciente. El PSG, que buscaba coronar su mejor año con otro título internacional, se quedó con las ganas de celebrar en vísperas del Día de la Bastilla y sufrió su peor derrota de la temporada.
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