“La grandeza de una sociedad se mide por los árboles que planta para que otros disfruten su sombra”, afirmó el diputado Víctor Hugo Romo de Vivar Guerra, al presentar una Iniciativa para proteger a los árboles patrimoniales en la ciudad de México.
Romo destacó que los árboles no solo son paisaje, sino patrimonio vivo: testigos de la historia, infraestructura verde que enfría las calles, filtra el aire y sostiene la vida cotidiana. Sin embargo, advirtió que actualmente no existe una figura jurídica que los proteja individualmente frente a obras, omisiones o actos dolosos.
“El esfuerzo de la Secretaría del Medio Ambiente con el programa Árboles Patrimoniales / Guardianes del Tiempo ha sido un gran paso. Pero ese esfuerzo administrativo necesita fuerza de ley, para que el cuidado de estos árboles no dependa de la buena voluntad del momento, sino de reglas claras y permanentes”, expresó.
El legislador explicó que su propuesta no crea órganos ni trámites nuevos y es presupuestalmente neutral. Se trata de una reforma corta, clara y eficaz que busca fortalecer la protección jurídica y comunitaria de los árboles emblemáticos de la capital.
La iniciativa presentada por el diputado Víctor Hugo Romo de Vivar Guerra establece una figura legal para reconocer a los Árboles Patrimoniales: ejemplares que, por su edad, especie, porte, estado fitosanitario o valor histórico, cultural o barrial, merecen una conservación prioritaria. Para ello, se propone la creación de un Catálogo público en datos abiertosadministrado por la SEDEMA, con fichas técnicas y planes de manejo disponibles a toda la ciudadanía. Asimismo, contempla una inscripción precautoria que suspende por hasta 90 días cualquier obra o actividad que pueda dañar un árbol mientras se determina su protección, así como la delimitación de una Zona de Protección del Árbol (ZPA) donde estará prohibido excavar, compactar o realizar podas sin autorización.
Además, toda licencia o permiso relacionado con un Árbol Patrimonial deberá contar con aprobación ambiental específica, incluyendo medidas claras de resguardo durante las obras. La iniciativa también ordena la creación de una bitácora pública con los diagnósticos e intervenciones de cada ejemplar y establece sanciones ejemplares para quienes dañen estos árboles, que pueden incluir la suspensión de obras, la cancelación de permisos y multas económicas agravadas, además de la reparación integral del daño ambiental.
Romo subrayó que esta iniciativa no es una ley contra el desarrollo, sino a favor de la buena ciudad: aquella que planifica con respeto al entorno, escucha a sus barrios y protege su herencia natural.
“Cada árbol patrimonial será un símbolo vivo de identidad y memoria. Si los perdemos, no hay restitución que alcance. Por eso, esta ley permitirá que cualquier ejemplar con valor ecológico o cultural sea protegido por su nombre y su historia. Y quien atente contra ese patrimonio, deberá responder ante la ley”, enfatizó.
Finalmente, el diputado morenista invitó a todos los grupos parlamentarios a respaldar la reforma, al considerarla una causa de unidad y de sentido común.
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