La noche del jueves 5 de septiembre, un microsismo de magnitud 2.3 sacudió el sur poniente de la Ciudad de México, específicamente en las alcaldías de Benito Juárez, Álvaro Obregón, Coyoacán y Miguel Hidalgo. Este evento se suma a los cinco microsismos registrados en los primeros días de septiembre, generando preocupación entre los capitalinos.
De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), el microsismo tuvo su epicentro en la alcaldía Benito Juárez, a las 20:49 horas. A pesar de su baja magnitud, el movimiento se sintió fuerte en algunas áreas debido a la cercanía del epicentro. Myriam Urzúa, secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la capital, aseguró que no se han reportado daños ni afectaciones a inmuebles o zonas de la demarcación.
La geología compleja de la Ciudad de México es una de las razones por las que se producen estos microsismos. Enrique Cruz, especialista del Tecnológico de Monterrey, explicó que el territorio de la Ciudad de México está dividido en tres secciones según su nivel de actividad sísmica: zona de lomas, zona de transición y zona de lago. Esta división se debe a la geología del Valle y a los tipos de suelo estratificados en la cuenca.
Los vecinos de las alcaldías afectadas han expresado su sorpresa y preocupación por estos eventos sísmicos recurrentes. Las autoridades han pedido calma y aseguran que están trabajando para atender todos los reportes de auxilio.
La frecuencia de los microsismos en la CDMX ha sido notable en los primeros días de septiembre. En total, se han registrado seis microsismos en la capital, lo que ha generado una alerta entre los habitantes.
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