Un momento decisivo marcó la sesión del Congreso capitalino cuando el diputado Pedro Haces Lago expuso públicamente un presunto intento de extorsión relacionado con la iniciativa para prohibir las corridas de toros. El legislador de Morena reveló que el diputado panista Federico Chávez Semerena habría intentado negociar beneficios económicos a cambio de influir en el proceso legislativo.
La valiente denuncia de Haces Lago puso sobre la mesa la necesidad de transparencia en el debate sobre la tauromaquia, mientras que la respuesta del PAN se limitó a señalar un supuesto conflicto de interés del morenista por su relación con el sector, sin presentar pruebas contundentes. Chávez Semerena intentó defender su posición argumentando tener «una carrera limpia y pulcra».
La diputada Xóchitl Bravo respaldó la postura de su bancada, subrayando el compromiso de Morena con la integridad legislativa y advirtiendo que no permitirán que el Congreso se convierta en un espacio para negociaciones irregulares. «Vamos a privilegiar el diálogo y el consenso, pero no las prebendas económicas», manifestó.
Ante la controversia generada, el panista Andrés Atayde propuso realizar un parlamento abierto, lo que algunos interpretan como una estrategia para dilatar la discusión del tema tras las serias acusaciones presentadas.
El debate sobre el futuro de las corridas de toros en la capital continúa, ahora bajo la sombra de estas graves denuncias que podrían tener repercusiones más allá del ámbito legislativo.
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