Entraron en vigor diversas modificaciones a la Ley de Protección y Bienestar Animal de la Ciudad de México, las cuales buscan reforzar las acciones para prohibir y sancionar el maltrato hacia los animales en la capital del país.
Entre los cambios más relevantes se encuentran:
- Cambio de nombre de la ley a «Ley de Protección y Bienestar de los Animales de la Ciudad de México».
- Una definición más clara de términos como «animal abandonado», «animal de compañía», «animal para abasto», «bienestar animal», entre otros, con el fin de clarificar el alcance de la ley.
- Se establecen de manera explícita las responsabilidades de los tutores de animales, como la obligación de inscribir a las mascotas en el Registro Único de Animales de Compañía (RUAC) y proveerles de agua limpia, alimento balanceado y atención médica veterinaria.
- Se instruye a las alcaldías a destinar un porcentaje de su presupuesto anual para implementar campañas permanentes de esterilización, vacunación y atención médica primaria para animales en situación de calle.
- Se prohíbe la mutilación de animales por cuestiones estéticas, así como su uso en espectáculos públicos que puedan poner en peligro su integridad. También se prohíbe la venta de animales en mercados.
- Se precisan los casos que se consideran actos de crueldad y maltrato, como dar muerte a animales sanos en establecimientos públicos o privados sin causa justificada.
Estas reformas implican una coordinación interinstitucional entre el Gobierno central, dependencias capitalinas y Alcaldías, así como la armonización de normas complementarias, a fin de impulsar el bienestar físico y mental de los animales.
Algunas otras medidas que se suman son la prohibición de exhibir animales en escaparates, dejarlos sin supervisión por más de 3 días o solos por más de 24 horas en el caso de perros, y la prohibición de venta de perros, gatos y hurones en tiendas de mascotas. Con estas modificaciones, el Gobierno de la Ciudad de México busca colocarse a la vanguardia en materia de protección y bienestar animal en el país, reconociendo a los animales como seres sintientes y procurando garantizar su cuidado y trato digno. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer para generar un verdadero cambio de conciencia en la sociedad sobre el respeto a todas las formas de vida.
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