La Ciudad de México experimentó una disminución del 12% en los delitos de alto impacto durante 2025, según el informe presentado por la jefa de Gobierno, Clara Brugada, en un contexto donde la seguridad pública ha sido uno de los principales focos de atención y exigencia social. Este descenso representa un avance relevante en la estrategia de combate a la delincuencia impulsada desde el inicio de la actual administración, particularmente en delitos como homicidio doloso, robo con violencia y extorsión.
Brugada subrayó que la reducción se logró gracias a una coordinación efectiva entre el gobierno local, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y la Fiscalía capitalina, además de la implementación de tecnología, inteligencia policial y mayor presencia de efectivos en zonas de alta incidencia. Se registraron 9,871 delitos de alto impacto de enero a junio de 2025, consolidando un descenso que, de acuerdo con autoridades, supera el promedio nacional y coloca a la capital en una tendencia positiva respecto a años anteriores.
En su balance, la mandataria capitalina destacó acciones focalizadas en alcaldías como Tlalpan, que reportó una caída del 24.5% en este tipo de ilícitos, superando la media general de la ciudad. Los operativos incluyeron más de 250 detenciones por delitos graves, decomiso de armas y drogas, y un mayor número de cateos preventivos. También se resaltó el desmantelamiento de células delictivas vinculadas a extorsión y robo de vehículos, así como el fortalecimiento del patrullaje en transporte público.
No obstante, el informe no deja de lado los retos persistentes. A pesar del descenso general, algunas demarcaciones siguen presentando altos números de carpetas de investigación abiertas, especialmente por robo a transeúnte y violencia en espacios públicos. Además, organizaciones ciudadanas han señalado la necesidad de fortalecer aún más la prevención del delito, la atención integral a víctimas y los procesos de justicia para evitar que la impunidad erosione la percepción de seguridad.
La percepción social, aunque con matices, refleja una mayor confianza en la estrategia de seguridad. Sin embargo, expertos advierten que mantener la tendencia a la baja exige consolidar la inversión en renovación tecnológica, profesionalización policial y participación comunitaria. El descenso en los delitos de alto impacto es una señal alentadora, pero para las autoridades y la ciudadanía capitalina sigue siendo prioritaria la meta de construir una ciudad segura y libre de violencia en todos sus rincones.





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