La Ciudad de México experimentó dos microsismos temprano en la mañana del 14 de febrero, sin reportes de daños. Estos eventos, de magnitudes 2.8 y 1.8, ocurrieron cerca de la alcaldía Magdalena Contreras. Investigadores de la UNAM sugieren que una falla geológica recientemente identificada en la zona podría estar detrás de estos y otros temblores recientes. El Metro de la ciudad opera normalmente tras los sismos, y no se activó la alerta sísmica debido a la baja magnitud de los movimientos.
Las autoridades locales han llamado a la calma y recomiendan a los residentes seguir las medidas de seguridad establecidas para sismos. Aunque los microsismos fueron de baja intensidad, el gobierno de la CDMX reitera la importancia de estar preparados ante cualquier emergencia. La actividad sísmica en la región es monitoreada constantemente para proporcionar alertas tempranas a la población.
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