Samantha Gómez Fonseca, activista trans y precandidata al Senado por Morena, fue trágicamente asesinada el 14 de enero en la alcaldía Xochimilco, Ciudad de México. Fonseca, de 37 años, fue víctima de un ataque a balazos tras visitar a su pareja en el Reclusorio Sur. Los hechos ocurrieron en las calles Cuauhtémoc y Del Trabajo, donde la activista fue seguida y atacada a quemarropa en su vehículo.
Fonseca, reconocida por su activismo en defensa de los derechos de la comunidad LGBTTTIQ+, fue galardonada con la Medalla al Mérito de las y los Defensores de Derechos Humanos en 2022. Además de su activismo, Fonseca se dedicaba a la asesoría política y había contendido en elecciones pasadas por una senaduría por Morena.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México está investigando el caso bajo protocolo de feminicidio. Se están realizando análisis de cámaras públicas y privadas, y se ha solicitado el apoyo del Ministerio Público para esclarecer los hechos y evitar la impunidad.
Este trágico suceso ha generado conmoción y ha sido condenado por la dirigencia de Morena en la Ciudad de México. La diputada trans Salma Luévano, compañera de partido, se pronunció al respecto, enfatizando el compromiso de continuar la lucha por la justicia y los derechos humanos. Esta tragedia resalta la vulnerabilidad y los desafíos a los que se enfrentan los activistas de derechos humanos y miembros de la comunidad LGBT+ en México.
El asesinato de Samantha Fonseca es un recordatorio doloroso de la necesidad de seguir trabajando hacia una sociedad más inclusiva y justa, donde la violencia y la discriminación no tengan cabida.
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