La realidad detrás de lo «virtualmente» imposible.

¡La democracia en México está más viva que nunca! Y no, no es una noticia falsa patrocinada por un ejército de bots, sino el resultado de una participación ciudadana histórica en las urnas.

El pasado domingo, México demostró su poderío democrático al acudir en masa a las casillas para elegir a sus representantes, más de 60 millones de ciudadanas y ciudadanos salieron a votar para elegir, un cargo presidencial, 128 cargos para senadurías y 500 cargos para la cámara de diputados.

Los resultados fueron avasallantes, con más de 30 puntos de diferencia entre el primero y el segundo lugar, Claudia Sheinbaum se convirtió en la Virtual Presidenta de nuestro país, marcando un hito en la historia como la primer mujer en este cargo y la más votada con casi 36 millones del total emitidos.

Pero, vámonos un poco más atrás… ¿Qué tal la danza de los hashtags en las redes sociales? ¿se acuerdan de #NarcoCandidata y #NarcoPresidente que pululaban en las redes como hormigas en un panal? ¡Ah, pero qué ingenuidad la de algunos al pensar que eran producto de opiniones genuinas! pues para quien vive, respira y meme a través de las redes sociales fue notorio que detrás de cada tuit y cada publicación, se escondía no una ciudadanía indignada, sino una legión de bots con menos ingenio que un burro en una biblioteca, pues fueron los errores ortográficos los que delataron a esos impostores digitales como cuando incitaron a votar por Xóchitl en el año equivocado “2004” reescribiéndose millones de veces, aproximádamente desde 165 mil cuentas, según información del partido oficialista.

En fin la «virtualidad» alcanzó su punto más álgido cuando la Dra. Claudia Sheinbaum se convirtió en la Virtual Presidenta de México. Con una ventaja abrumadora sobre su competencia, demostró que en las urnas, la verdadera opinión del pueblo se hace escuchar.

Así que sí, lo virtual puede ser manipulable, pero aún no ha nacido aquel que pueda engañar la sabiduría colectiva de la gente. Hoy, celebramos la victoria de la verdadera candidata, mientras que la candidata de gelatina, Xóchitl Gálvez, simplemente no logró cuajar.

Recuerden, en la política como en la vida, ¡la realidad siempre se impone sobre la ficción, aunque esta venga disfrazada de un mar de bits y bytes!

LAMARR