La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, viajó este lunes al Istmo de Tehuantepec para reunirse con familiares de las víctimas del descarrilamiento del tren interoceánico ocurrido la mañana del domingo. En la zona, la mandataria encabezó una jornada de acercamiento con deudos y personas lesionadas, con el objetivo de supervisar directamente la respuesta institucional frente a la tragedia. La visita se da en el contexto de duelo en varias comunidades oaxaqueñas, luego de que se confirmara la muerte de 13 personas que viajaban en la ruta Salina Cruz–Coatzacoalcos.
Como parte de su recorrido, Sheinbaum acudió al hospital del ISSSTE en Santo Domingo Tehuantepec para visitar a los heridos y verificar la calidad de la atención médica brindada. Ahí dialogó con pacientes y familiares, así como con personal médico, a quienes pidió mantener la máxima prioridad en la atención de las víctimas del accidente ferroviario. La presidenta reiteró que el gobierno federal mantendrá el apoyo a quienes resultaron afectados, tanto en servicios de salud como en acompañamiento administrativo y social.
La mandataria recordó que desde la conferencia matutina en Palacio Nacional anunció su desplazamiento a Oaxaca para ofrecer respaldo directo a los lesionados y a los familiares de las personas fallecidas. Durante la visita estuvo acompañada por integrantes de su gabinete, a quienes instruyó, desde las primeras horas posteriores al siniestro, a trasladarse a la zona del accidente para coordinar y reforzar la atención. De esta forma, se buscó garantizar presencia institucional permanente en hospitales y puntos de concentración de familiares.
Tras su paso por Tehuantepec, Sheinbaum Pardo se dirigió al hospital de Salina Cruz, donde nuevamente sostuvo encuentros con personas internadas y sus allegados. La presidenta explicó que esta gira tuvo carácter emergente y que, en esta ocasión, no acudiría directamente al sitio del descarrilamiento, priorizando el contacto con las víctimas y sus familias en los centros hospitalarios. Reiteró que la investigación de las causas del accidente sigue en manos de las autoridades competentes y que la prioridad inmediata es el bienestar de las personas afectadas.
Mientras tanto, en una funeraria de la comunidad de El Espinal, Oaxaca, se llevó a cabo la entrega de los cuerpos de las 13 personas fallecidas para que sus familiares pudieran iniciar los procesos de inhumación conforme a sus creencias religiosas. En el lugar se mantuvo presencia de elementos de la Secretaría de Marina, encargados de resguardar las instalaciones mientras se practicaban las necropsias de ley. Los cuerpos corresponden a pasajeros del tren que partió de Salina Cruz con destino final a Coatzacoalcos, Veracruz, viaje que se vio interrumpido por el siniestro del 28 de diciembre.



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