Corrupción en México: se modera… pero sigue tocando a casi la mitad del país

Aunque los indicadores muestran una ligera moderación en los niveles de corrupción, el fenómeno continúa afectando la vida cotidiana de millones de mexicanos. Datos recientes revelados por La Jornada señalan que casi la mitad de la población mayor de edad ha sido víctima de algún acto de corrupción, ya sea al realizar trámites, buscar servicios o interactuar con autoridades. La cifra evidencia que, aunque hay avances, el problema sigue profundamente arraigado.

Un fenómeno que se manifiesta en la vida diaria

El estudio explica que la corrupción no solo ocurre en grandes casos mediáticos, también aparece en gestiones básicas, desde trámites administrativos hasta servicios ciudadanos. Estos actos, muchas veces normalizados, generan desigualdad y afectan de manera directa la confianza de la población en las instituciones públicas.

La UNAM: entender para transformar

La UNAM ha insistido recientemente en que la corrupción debe analizarse como un fenómeno histórico, social y cultural, no únicamente como un delito aislado. El rector Leonardo Lomelí subraya que “entender el fenómeno es la única forma de plantear soluciones”, destacando la importancia de estudiar los incentivos, las fallas institucionales y los entornos que permiten que la corrupción persista.

Un daño que va más allá del dinero

Expertos universitarios señalan que la corrupción afecta mucho más que las finanzas públicas: provoca desconfianza social, frena el desarrollo económico, vulnera derechos y amplifica desigualdades. Cuando una persona tiene que pagar o ceder para acceder a un servicio, se rompe la idea de justicia y se refuerza un ciclo difícil de erradicar.

Las áreas donde más se percibe

Los reportes muestran que los ámbitos con mayor incidencia de corrupción son:

  • Trámites gubernamentales,
  • Seguridad pública,
  • Servicios municipales,
  • Procedimientos administrativos básicos.

Estas prácticas afectan principalmente a personas de bajos ingresos, quienes tienen menos herramientas para defenderse o denunciar.

Moderación… pero no victoria

Si bien los niveles de corrupción muestran signos de moderación respecto a años anteriores, especialistas advierten que esto no significa que el problema esté cerca de resolverse. Se requieren sistemas de transparencia más sólidos, simplificación de trámites, profesionalización del servicio público y mecanismos de denuncia accesibles.

El reto: reconstruir la confianza

Uno de los desafíos más grandes es recuperar la confianza de la ciudadanía. La UNAM propone fortalecer programas educativos, impulsar investigaciones interdisciplinarias y promover una cultura de legalidad desde las escuelas. La corrupción no se combate solo con castigo: se combate con instituciones fuertes y una sociedad informada.

Un llamado urgente a la acción colectiva

La lucha contra la corrupción no es tarea exclusiva del gobierno; implica a instituciones, empresas y ciudadanía. La esperanza está en el trabajo coordinado y en reconocer que la corrupción no es inevitable: es un problema que se puede atender si se enfrenta de manera integral y sostenida.

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