Economía mexicana registra tropiezo de 0.3% en el tercer trimestre del año

La economía mexicana sufrió un tropiezo del 0.3% en el tercer trimestre de 2025, según cifras oficiales del INEGI, marcando el primer retroceso trimestral en casi dos años y generando señales de cautela sobre la estabilidad del crecimiento nacional. El dato refleja la desaceleración del Producto Interno Bruto (PIB) respecto al trimestre anterior, cuando se había registrado una ligera expansión, y evidencia la fragilidad de la recuperación ante los desafíos globales y los factores internos que han impactado sectores clave.

Analistas financieros apuntan que la contracción se explica por una menor actividad en el sector industrial, especialmente en manufactura, construcción y minería, afectados tanto por la incertidumbre internacional como por ajustes en la demanda interna y el retraso en inversiones. El sector servicios, que hasta ahora había fungido como motor del crecimiento, mostró estancamiento en comercio, turismo y transportes, golpeados por la moderación del consumo y nuevos signos de enfriamiento en el mercado laboral urbano durante el verano.

A nivel anual, la economía mostró una variación de -0.2%, evidenciando que, pese al repunte registrado en la primera mitad del año, los shocks externos y la volatilidad financiera internacional han cobrado factura en la actividad productiva. El contexto internacional—caracterizado por ralentización de Estados Unidos, volatilidad en materias primas y ajustes en tasas globales—sumado a la persistente inflación local y la incertidumbre política, han minado la confianza de empresarios y consumidores.

Las autoridades mexicanas, encabezadas por la secretaria de Economía y la propia presidenta Claudia Sheinbaum, llamaron a mantener una visión de largo plazo y subrayaron que pese al retroceso coyuntural, los fundamentos estructurales del país “siguen siendo sólidos”. Insisten en que las perspectivas para el cierre de 2025 se mantienen positivas, impulsadas por la relocalización industrial (nearshoring), la estabilidad del tipo de cambio y el dinamismo en inversiones estratégicas ligadas a la transición energética y la integración con Norteamérica.

Sin embargo, organismos independientes y especialistas advierten que para revertir la tendencia será crucial acelerar la inversión pública y privada, robustecer las cadenas de suministro nacionales y mejorar las condiciones para el empleo formal. La evolución del sector exportador, la confianza del consumidor y la trayectoria de la inflación serán factores clave para que la economía retome el crecimiento sostenido en el último trimestre del año y hacia 2026.

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