La Ciudad de México celebró este fin de semana la reapertura total de la Línea 1 del Metro, que tras más de tres años de modernización volvió a conectar Pantitlán con Observatorio, beneficiando a más de 1.5 millones de usuarios diarios. El proyecto implicó la renovación absoluta de los 20 kilómetros y 20 estaciones, desde vías, túneles, redes eléctricas y sistemas de control, hasta la reconstrucción completa de la terminal Observatorio y la incorporación de trenes de última generación. La inversión superó los 37 mil millones de pesos y, según las autoridades capitalinas, representa la obra metropolitana más grande de las últimas décadas, garantizando recursos y tecnología para otros 50 años de servicio.
Entre las mejoras más notables destacan la instalación de un nuevo sistema de señalización y pilotaje automático, la mejora en la accesibilidad, la iluminación eficiente, nuevas medidas de seguridad, mayor ventilación y la presencia de más de cinco mil cámaras de videovigilancia. El servicio en las estaciones hasta ahora cerradas —Juanacatlán, Tacubaya y Observatorio— reanudó operaciones con paso libre durante el día de estreno y, a partir de esta semana, la tarifa permanecerá subsidiada en cinco pesos por viaje, sin aumento para los usuarios.
La jefa de Gobierno, Clara Brugada, subrayó que la “Línea Rosa” se convierte en un eje estratégico para el oriente y poniente capitalinos, ya que reduce el tiempo de recorrido de Pantitlán a Observatorio a tan solo 40 minutos y se enlazará al Tren Interurbano Insurgente en el nodo Observatorio, consolidando la movilidad multimodal en la ciudad. Afirmó que “ni un tornillo quedó de antes”, y que este modelo de rehabilitación integral se replicará en otras líneas para combatir la “pobreza de tiempo” y elevar la calidad de vida.
Sin embargo, mientras la Línea 1 celebra su reapertura, el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro anunció que la Línea 3 iniciará su obra de modernización en diciembre de este año. Así, el tramo entre Indios Verdes y Universidad enfrentará reducciones progresivas de servicio, cierre de estaciones y traslados alternos, mientras se realiza una intervención profunda para sustituir vías, equipo eléctrico y sistemas de comunicaciones. Las autoridades capitalinas aseguraron que los trabajos seguirán por etapas, priorizando la seguridad y la minimización de afectaciones a usuarios.
La modernización del Metro es vista como un paso crucial para una ciudad que diariamente depende de este sistema para movilizar millones de personas y dinamizar la economía; al mismo tiempo, organizaciones ciudadanas y usuarios piden mantener altos estándares de transparencia, participación de la comunidad e información oportuna ante futuras afectaciones. La meta oficial es posicionar al Metro de la CDMX a la altura de los mejores sistemas mundiales de transporte público.



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