El certamen de Miss Universo 2025 se ha visto sacudido por una fuerte polémica tras la denuncia de Fátima Bosch, representante mexicana, quien fue públicamente insultada por el empresario tailandés Nawat Itsaragrisil, presidente del concurso. El incidente ocurrió durante una reunión oficial en Bangkok, donde el directivo cuestionó el compromiso de la mexicana con las actividades promocionales y, al sentir contradicción, la interrumpió varias veces y terminó llamándola “tonta” frente a sus compañeras.
Lo ocurrido con Fátima Bosch, representante mexicana en Miss Universo, es un recordatorio de que la discriminación hacia las mujeres persiste, incluso en espacios que deberían reconocer su talento y liderazgo.
— Martha Lucía Mícher Camarena (@MaluMicher) November 5, 2025
Ninguna mujer merece ser objeto de maltrato ni descalificación. Todas… pic.twitter.com/AdJlU49qW8
La situación se agravó cuando Itsaragrisil ordenó al personal de seguridad retirar a Fátima del salón, lo que provocó una ola de indignación entre otras concursantes, algunas de las cuales se levantaron en solidaridad con la mexicana. El video del altercado se viralizó rápidamente, despertando un debate global sobre el respeto y la equidad en los concursos de belleza. Fátima Bosch, visiblemente afectada, rompió el silencio ante los medios, calificando el trato como “injusto” y relacionado con conflictos internos entre la organización internacional y la delegación mexicana.
Ante lo ocurrido, la organización de Miss Universo México calificó el incidente como inaceptable y exigió respeto para todas las participantes. El hecho generó indignación internacional y en redes sociales, donde múltiples figuras públicas y seguidores del certamen se pronunciaron exigiendo medidas y una disculpa formal por parte del directivo. Nawat Itsaragrisil posteriormente ofreció una disculpa pública, asegurando que nunca tuvo intención de faltar al respeto, aunque la controversia sigue creciendo.
El episodio ha reabierto el debate sobre los protocolos y la protección a las candidatas dentro de los certámenes de belleza, especialmente en lo que respecta al trato digno y la prevención de abusos. Varias exreinas y expertas en la industria han señalado la urgencia de fortalecer las reglas internas y los mecanismos de denuncia dentro de la organización de Miss Universo.
En pleno siglo XXI, la polémica ha puesto el foco en la vulnerabilidad de las participantes y la importancia de avanzar hacia entornos equitativos y transparentes. El caso de Fátima Bosch fortalece el llamado a crear espacios verdaderamente respetuosos y abre una conversación global sobre los derechos y la dignidad de las mujeres en los concursos de belleza.



Deja una respuesta