La amenaza de la imposición de aranceles a las exportaciones mexicanas por parte de Estados Unidos quedó desactivada —al menos temporalmente— tras una llamada telefónica entre la presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente estadounidense Donald Trump, realizada este fin de semana. En conferencia de prensa, Sheinbaum explicó que ambos mandatarios coincidieron en que las negociaciones han avanzado y no existe, por el momento, riesgo de nuevas tarifas especiales a partir del 1 de noviembre. “Seguimos trabajando y no hay ninguna situación por lo pronto”, afirmó la mandataria, aunque dejó abierta la posibilidad de cambios, recordando que “siempre hay lo que pudiera ocurrir con el presidente Trump”.
Durante la conversación, que calificó como cordial y breve, los líderes de ambas naciones acordaron mantener el diálogo abierto y reunirse nuevamente una vez que los equipos técnicos avancen más en la negociación arancelaria. El objetivo es cerrar un acuerdo antes del inicio de nuevas conversaciones sobre el tratado comercial entre ambos países, señaló Sheinbaum. Reiteró que en la plática solo se abordaron temas comerciales, descartando que se tocaran aspectos de migración o seguridad, dado que “vamos muy bien en esos rubros también”.
Sheinbaum subrayó que la relación con la administración de Trump se basa en el respeto a la soberanía nacional y en la búsqueda de acuerdos. Hizo referencia al reciente anuncio del mandatario estadounidense sobre la persecución de líderes del narcotráfico, reiterando que México defenderá siempre su soberanía. “Siempre actuaremos con convicción para defender la autodeterminación del pueblo mexicano”, enfatizó la presidenta.
En el contexto de la cooperación bilateral, Sheinbaum destacó el decomiso de entre 400 y 500 armas en territorio estadounidense, que presuntamente serían traficadas hacia México. Atribuyó este resultado al trabajo coordinado entre las instituciones de seguridad de ambos países, señalando que es muestra tangible de los avances en materia de seguridad y combate al tráfico ilícito de armas.
Finalmente, la presidenta se pronunció sobre la política exterior mexicana en relación a los conflictos de Venezuela y Colombia con Estados Unidos, enfatizando que México apostará siempre por soluciones pacíficas, el diálogo y la autodeterminación de los pueblos, rechazando cualquier forma de injerencismo en la región.





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